De bromas por Granada

Felipe Gonz¨¢lez es consciente de que al do del gigante Helmut Kohl, que ronda 1,90 metros y pesa 110 kilos, queda muy empeque?ecido.Cuando compareci¨® ayer, por primera vez ante los fot¨®grafos en las puertas del Palacio de Carlos V en la Alhambra, intent¨® bromeando compensar la diferencia de talla y subi¨® un escal¨®n. "As¨ª estoy menos en desventaja" dijo ri¨¦ndose.

Aunque s¨®lo se pueden hablar a trav¨¦s de un int¨¦rprete,

Gonz¨¢lez parece m¨¢s distendido con Kohl que con cualquier otro mandatario extranjero. Celebran cumbres desde hace 10 a?os, se ven en los consejos europeos, etc¨¦tera, y el presidente espa?ol trata a su hu¨¦sped como a un viejo amigo al que le habla de todo lo divino y lo humano.

En la Alhambra le dio explicaciones sobre uno de sus temas favoritos, los sauces, cipreses y, sobre todo, los ¨¢lamos que pueblan los jardines. En el Patio de los Leones, le se?al¨® los tejados de los edificios: "Helmut, ahora que has estado en China [el canciller regres¨® el lunes] te dar¨¢s cuenta de que tienen un aire medio oriental" algo, parecido a las pagodas.

En el mirador de San Nicol¨¢s, en el Albaic¨ªn, desde donde se domina la Alhambra y parte de Sierra Nevada, Gonz¨¢lez habl¨® a Helmut de sus amistades. Le cont¨® que un bigotudo fot¨®grafo de prensa que figura en la famosa foto de la tortilla en la que quedaron inmortalizados los futuros responsables socialistas andaluces, ten¨ªa un problema: s¨®lo pod¨ªa comer las tostadas con mermelada al rev¨¦s, para no mancharse los mostachos. Kofil solt¨® una carcajada.

A la salida del mirador los ministros de Defensa, Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas y Volker Ruhe, se equivocaron. Subieron a un autob¨²s de prensa y acabaron perdiendo la comitiva oficial cuando la Polic¨ªa Municipal les impidi¨® saltarse una direcci¨®n prohibida. Ruhe amenaz¨® en broma con enviar una brigada para despejar la v¨ªa, pero parec¨ªa encantado por lo sucedido.