'Desmoronar Rusia no es cosa f¨¢ciI"
Sergu¨¦i Shajr¨¢i, viceprimer ministro de Rusia y candidato electoral, cree que la desintegraci¨®n del Estado ruso ser¨¢ "casi inevitable" si el proyecto de Constituci¨®n no pasa el refer¨¦ndum del 12 de diciembre, aunque considera que el que el 82% de la poblaci¨®n sea rusa constituye una garant¨ªa de integridad del Estado "Desmoronar Rusia no es cosa f¨¢cil" dice este jurista de formaci¨®n y uno de los m¨¢s activos participantes en las batallas constitucionales de los ¨²ltimos a?os.Shajr¨¢i apoya el borrador presidencialista de la ley fundamental, pese a sus "serias discrepancias" con la idea de construcci¨®n del Estado y con la distribuci¨®n de funciones entre el centro y los territorios del pa¨ªs previstas en el documento.
Elijo el mal menor, porque el fracaso de la Constituci¨®n est¨¢ pre?ado de consecuencias demasiado tr¨¢gicas, y la vida no se para el 12 de diciembre", afirma Shajr¨¢i en una entrevista con EL PAIS. La conversaci¨®n tiene lugar en el veh¨ªculo oficial que conduce al candidato desde el Instituto Estatal de Cine, en el extrarradio de Mosc¨², hasta la sede del Gobierno, en la Plaza Vieja. Shajr¨¢i, un ruso del sur (naci¨® en Crimea, hoy Ucrania, hace 37 a?os y se educ¨® en Rostov del Don), es el l¨ªder del Partido de la Unidad y la Concordia de Rusia (PUCR), una entidad que ofrece una alternativa m¨¢s moderada que la Opci¨®n de Rusia (OR) y defiende el federalismo y la construcci¨®n de un Estado s¨®lido a partir de las provincias.
Opina Shajr¨¢i que la Constituci¨®n puede perfeccionarse, una vez ya aprobada, mediante las futuras leyes constitucionales, la firma de tratados de delimitaci¨®n de funciones entre el centro y los territorios rusos y la introducci¨®n de enmiendas por el tortuoso y largo camino previsto para ello.
La rep¨²blica de Tatarst¨¢n ha anunciado que rechaza la Constituci¨®n. "Y no s¨®lo Tatarst¨¢n", exclama Shajr¨¢i. "Por desgracia, la mayor¨ªa de las rep¨²blicas [que son un total de 21] no votar¨¢n a favor de la Constituci¨®n. Algunos se consolar¨¢n pensando que se trata s¨®lo del 15% de la poblaci¨®n, pero para m¨ª esto significar¨ªa que el conjunto de problemas nacional-estatales se posterga para el futuro y ser¨¢ m¨¢s largo y dif¨ªcil de resolver, a causa de las correcciones poco, competentes del proyecto efectuadas a ¨²ltima hora por los te¨®ricos y radicales de Mosc¨²". "Pero es solucionable", a?ade r¨¢pidamente, con el pragmatismo que le es propio. "La historia es un proceso muy lento y no hay que ponerse nervioso% se?ala Shajr¨¢i, para quien la garant¨ªa de integridad del Estado est¨¢ en la mayor¨ªa rusa. "El 82% de la poblaci¨®n son rusos, y desmoronar Rusia no es cosa f¨¢cil".
Opina Shajr¨¢i que la Constituci¨®n ser¨¢ votada en todo el territorio ruso, con mayor o menor ¨¦xito, excepto en Chechenia, la rep¨²blica rebelde del norte del C¨¢ucaso, que la ignorar¨¢- La solidez" del documento depender¨¢ del resultado, y unos resultados muy ajustados exigir¨¢n la b¨²squeda de "nuevas f¨®rmulas".
Le expongo a Shajr¨¢i un escenario de ciencia ficci¨®n que, a lo mejor, no lo es tanto. ?Considera ¨¦l posible que la Constituci¨®n no se apruebe, las elecciones den mayor¨ªa a la oposici¨®n, el presidente Yeltsin anule las elecciones y Occidente haga la vista gorda, conformando as¨ª un escenario que evocar¨ªa el bloqueo al poder legal de los fundamentalistas isl¨¢micos en Argel?
"Espero que esto no pasar¨¢, aunque hay que estar preparado para todo", se?ala Shajr¨¢i. Un d¨ªa despu¨¦s de la entrevista, Shajr¨¢i declar¨® que si la Constituci¨®n no se aprobara, las elecciones no ser¨ªan v¨¢lidas, porque la vieja Constituci¨®n no prev¨¦ un ¨®rgano como la Duma Estatal.
Tanto en sus documentos program¨¢ticos como en sus intervenciones orales, Shajr¨¢i expresa un aparente pesar por la desintegraci¨®n de la URSS (Uni¨®n de Rep¨²blicas Socialistas Sovi¨¦ticas), consumada el 8 de diciembre de 1991. ?l formaba parte del equipo que acompa?aba a Bor¨ªs Yeltsin en aquella cumbre con los dirigentes de Bielorrusia y Ucrania. Hoy dice sentir "desasosiego y turbaci¨®n espiritual al pensar si exist¨ªa la posibilidad de haber ido por otro cainino". Sobre el tel¨®n de fondo del intento de golpe de Estado de agosto 1991 y el refer¨¦ndum independentista de Ucrania, las cosas se ve¨ªan de otro modo.
"El acuerdo de Bielorrusia, para todos los que estuvimos presentes, por muy peque?a que fuera nuestra participaci¨®n, fue una especie de salvavidas, un modo de interrumpir el proceso de descomposici¨®n". "La direcci¨®n rusa no ten¨ªa otro camino, pero como cualquier ruso normal, no puedo alegrarme de la desintegraci¨®n de la URSS. Veo todas las consecuencias tr¨¢gicas de ¨¦sta, y de ah¨ª viene mi desasosiego espiritual" dice. Shajr¨¢i quiere tender puentes all¨ª donde se cortaron y propone "crear un n¨²cleo confederativo formado por dos o tres Estados dispuestos a una alianza m¨¢s estrecha que puedan constituirse como un cristal integrador para el resto de los Estados del grupo".
Le pregunto c¨®mo se puede distinguir el PUCR de la OR, ahora que este bloque ha asimilado los elementos de protecci¨®n social de sus rivales. "Elemental", responde, "somos el ¨²nico partido edificado sobre una idea federativa. Somos un partido de provincias". "Son ellos los que han perdido la cara", afirma, refiri¨¦ndose a la OR. Shajr¨¢i pronostica que la OR "se pulverizar¨¢", porque una parte importante del bloque no acepta a V¨ªktor Chernomirdin como jefe del Gobierno. La direcci¨®n de este bloque "no puede controlar a los miembros de la lista federal y [los dirigentes] afirman constantemente cosas diversas" se?ala Shajr¨¢i, que est¨¢ dispuesto a ponerse de acuerdo con ellos para dejar candidaturas comunes en los distritos mayoritarios".
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