"Madrid es la capital del libro viejo"

Son como piratas buenos. Les gusta descubrir tesoros, encontrar vol¨²menes a?ejos, cuanto m¨¢s sepultados por el polvo, mejor. Para ellos, un libro posterior al siglo XIX es un alev¨ªn. Mezclan oficio y afici¨®n, pero no son los t¨ªpicos clientes de una librer¨ªa al uso. A ellos, como bien se?ala Guillermo Bl¨¢zquez, presidente de este gremio, les gusta brujulear por las estanter¨ªas ajenas y ancianas: "pero tampoco vamos embaucando a la abuelita para hacernos con su biblioteca". Veinti¨²n libreros de toda Espa?a se ven estos d¨ªas en Madrid las caras y las portadas. Del 26 al 28 de noviembre, en el hotel WeIlington, una feria que cumple su decimoprimera edici¨®n.Pregunta. Al desprenderse de un volumen, ?qu¨¦ pesa m¨¢s, el trabajo o la afici¨®n?

Respuesta. Es una mezcla complicada, porque vives para fomentar tu propia colecci¨®n, pero hay que vender. Desprenderse de un libro muy querido provoca una gran nostalgia, casi un disgusto, pero forma parte de la din¨¢mica.

P. ?Pero en sus 1.500 libros, digamos particulares, habr¨¢ t¨ªtulos intocables?

R. Son varios los que no querr¨ªa vender jam¨¢s y casi todos versan en tomo a mi tema -favorito, los viajes. Pero le aseguro que no hay ning¨²n libro insustituible.

P. ?Y cu¨¢les son las estrellas de esta feria?

R. El escaparate es magn¨ªfico porque acuden expositores de toda Espa?a. Puestos a destacar, citar¨¦ la tercera edici¨®n de El Quijote, Bruselas, 1607, 1615. 0 una colecci¨®n completa de 80 aguafuertes de Goya...

P. En Madrid se celebra adem¨¢s otra feria en el paseo de Recoletos. ?Cu¨¢l es la mejor?

R. No hay mejor ni peor. La de Recoletos es una cita de mucho arraigo popular, pero se dedica m¨¢s al libro usado en t¨¦rminos gen¨¦ricos. Nosotros nos dirigimos a un p¨²blico m¨¢s profesional.

P. ?Con m¨¢s dinero?

R. Procuramos seleccionar aut¨¦nticas joyas bibliogr¨¢ficas, pero adem¨¢s de ejemplares que valen millones hay otros de 5.000, 10.000 y 15.000 pesetas.

P. ?A qu¨¦ huele un libro antiguo? .

R. Es muy especial. Huele a papel h¨²medo, a ceras, a piel, a los barnices. En definitiva, al paso de los a?os.

P. ?Sigue siendo la cuesta de Moyano un lugar interesante?

R. Sin duda, igual que el Rastro, o los 40 anticuarios especializados cuyas tiendas se reparten en dos barrios, el Madrid de los Austrias y el paseo del Prado y la calle de las Huertas. La librer¨ªa m¨¢s vieja de Madrid, Molina, est¨¢ en la traves¨ªa del Arenal. La de mayor tradici¨®n, la de Luis Bard¨®n, en la plaza de las Descalzas.

P. ?Ser¨¢n ustedes enemigos ac¨¦rrimos del libro de bolsillo?

R. No, para nada. En la evoluci¨®n se han perdido muchas cosas, como las tiradas limitadas o las encuadernaciones de lujo, por otro lado, caras e inaccesibles. Con el libro de bolsillo, hoy en d¨ªa, todo el mundo puede leer.

P. Pero ustedes no leen todos los libros que tienen.

R. Puede que nos detengamos m¨¢s en la investigaci¨®n, pero tambi¨¦n nos gusta much¨ªsimo leer.

P. Se?or Bl¨¢zquez, ?todo est¨¢ en los libros?

R. Absolutamente todo. Hasta para manejar el programa m¨¢s moderno de un ordenador hay que tener al lado un manual. Es dif¨ªcil prescindir de la letra impresa.

P. ?Qu¨¦ biblioteca privada le gustar¨ªa asaltar?

R. ?Asaltar, ninguna!, pero hay dos magn¨ªficas. La de Bartolom¨¦ March y la de los duques de Alba en el palacio de Liria.