Los pies

Cuando se forma parte de un Gobierno algo atontado, hay que ser exquisitamente prudente si se llama tontos a los dem¨¢s y se reclama para los despedidores el exclusivo uso de la cabeza, mientras que los presuntos despedidos s¨®lo tienen acceso al uso de los pies para manifestarse. El se?or Marcos Pe?a, de cuya sensibilidad social y nivel intelectual tengo constancia, el otro d¨ªa ironiz¨® a costa del ¨¦xito de las manifestaciones conseguido con los pies, cuando de hecho habr¨ªa que conseguir el ¨¦xito con la cabeza. Otra vez el curioso monopolio de la inteligencia para unos gobernantes que mienten o se equivocan lunes, mi¨¦rcoles y viernes en una direcci¨®n, y martes, jueves y s¨¢bado en la contraria, y dejan el domingo para un sano y reparador descanso de desorientados.Al Gran Negociador de lo innegociable s¨®lo le queda la expectativa de ser el Gran Inquisidor de la voladura del mercado de trabajo con la ayuda del Gran Hermano medi¨¢tico, que estos d¨ªas se ha afanado en convertir en noticia de relleno o fugaz el ¨¦xito que los manifestantes belgas han conseguido con sus pies. Las manifestaciones de trabajadores han forzado a que el Gran Despedidor belga volviera a usar la cabeza y se replanteara el plan elaborado por los nost¨¢lgicos de aquellos tiempos en que la. primera revoluci¨®n industrial se hinch¨® de crear paro, miseria... condiciones de vida, en suma, sin las cuales no hubieran sido posibles ni Dickens ni Marx. Para m¨ª que estos cabezones de hoy d¨ªa, con la excusa de apuntalar el capitalismo benefactor en su tercera fase, est¨¢n creando condiciones prerrevolucionarias que explotar¨¢n en octubre del 2017. Como muchos vienen de la inteligencia de la superizquierda, me temo que tienen los pies en el bosque de bons¨¢is del socialfelip¨ªsmo, pero la cabeza sigue en las selvas m¨¢s guerrilleras que podamos imaginar.