Antecedentes

Los cronistas (y es posible que los psic¨®logos) han encontrado el punto com¨²n entre los dos ni?os ingleses de 11 a?os que mataron a otro de dos: uno es hijo de padres separados y el otro dej¨® de ver a su padre hace la pila de a?os. Todo esto lo cuenta un mentecato con la sonrisa en la boca (por qu¨¦ se sonr¨ªen a veces los locutores es un misterio para muchos televidentes), y no da m¨¢s datos que sirvan para unir ambas historias. De lo que se concluye que un hijo de padres separados que se va de paseo con otro de la misma edad y condici¨®n es una aut¨¦ntica bomba de relojer¨ªa para los ni?os de dos a?os que van a la compra con su madre.O sea, que mi hijo, que tiene cara de ¨¢ngel y va muy bien en el colegio, lo tiene crudo como me pida hacer de canguro con su primo el peque?o. Los que tenemos hijos de padres separados tenemos en adelante la inquietud de saber que hay un psic¨®pata en casa, dispuesto a cometer cualquier atrocidad.

El sonriente cronista y los afinados psic¨®logos no cuentan nada sobre el origen familiar de los numerosos testigos que vieron c¨®mo los ni?os paseaban a patadas al peque?o mientras ¨¦ste lloraba, sin hacer nada para impedirlo. Es muy probable que todos esos viandantes, pac¨ªficos ciudadanos dispuestos a testificar sobre la crueldad que suced¨ªa ante sus ojos, estupendos ciudadanos que no intervinieron siquiera para preguntar por qu¨¦ lloraba el peque?o, sean hijos de familias f¨¢ciles de esas que no incluyen ning¨²n progenitor separado.

Los padres separados exigimos estad¨ªsticas que demuestren que nos pegamos m¨¢s que los que no se separan y que revelen de forma evidente que nuestros hijos son asesinos en potencia. Eso nos dar¨ªa prestancia social. Yo voy a llevar a mi ni?o al psic¨®logo, porque todav¨ªa no ha matado a nadie.