Se va el peor de todos

Bill Laimbeer, el pivot del Detroit Pistons que gan¨® dos campeonatos durante su controvertida carrera de 13 temporadas en la NBA, ha anunciado su retirada. De 36 a?os y cuatro veces all star, ha sido considerado el peor de los bad boys (chicos malos), apodo con que se conoci¨® a los Pistons vencedores en 1989 y 1990.Salido de la universidad de Notre Dame, Laimbeer fue elegido en 1979 por el Cleveland Cavaliers, en el que no jug¨® hasta un a?o despu¨¦s. Esa temporada la pas¨® en el Brescia, italiano, despu¨¦s de que el t¨¦cnico del Barcelona, Antoni Serra, le descartara por "tener malas manos". En 1982 fue intercambiado junto a otros jugadores de los Pistons, en los que ha sido el jugador m¨¢s odiado de la NBA.

Laimbeer no tiene, sin embargo, en su biograf¨ªa ese tipo de historias de pobreza infantil que ilustran las vidas de otras estrellas. Durante a?os, su padre, un alto ejecutivo de Boston, pod¨ªa presumir de ser el ¨²nico progenitor de un profesional de la NBA que ganaba m¨¢s que su hijo.

A pesar de sus ra¨ªces burguesas, Laimbeer ha jugado siempre con la rabia y la dureza de un muchacho salido del ghetto m¨¢s oscuro de la ciudad m¨¢s s¨®rdida de Estados Unidos. Disfrutaba encrespando a los aficionados con su juego agresivo y marrullero: ha roto un par de tabiques nasales y alguna que otra mand¨ªbula y ostenta el r¨¦cord de ser el m¨¢s sancionado, por agresiones a contrarios y tanganas, de toda la historia de la NBA.Los art¨ªculos que se han escrito sobre Laimbeer recogen ep¨ªtetos del calibre de asesino, agresor, animal de sangre fr¨ªa, bastardo, calculador, serpiente y violador, entre otros.

Pero Laimbeer gozaba con ello. En una ocasi¨®n, despu¨¦s de una trifulca con Benoit Benjamin, de Los ?ngeles Clippers, salud¨® como un artista desde el escenario al p¨²blico enfurecido. Su reputaci¨®n de pendenciero y luchador se extendi¨® hasta su equipo. Otra vez, en un ensayo matinal, rompi¨® de un codazo dos costillas de su compa?ero Isiah Thomas.

Laimbeer cultiv¨® su imagen de chico malo tambi¨¦n con sus jefes. En varias ocasiones la gerencia de los Pistons sufri¨® ataques verbales e incluso f¨ªsicos del pivot. "Es fr¨ªo de coraz¨®n con sus compa?eros, rebelde con sus jefes y despreciativo con sus rivales", dijo uno de sus entrenadores sobre su perfil psicol¨®gico. Bill busc¨® tambi¨¦n su autodefinici¨®n: "S¨®lo s¨¦ tirar desde el per¨ªmetro y salto menos que un presentador de noticias. As¨ª que mi modo de sobrevivir es ser m¨¢s duro que los dem¨¢s".