Caso cerrado para la DEA
Concluye la persecuci¨®n implacable al 'baron de la droga' por la agencia antinarc¨®ticos de EE UU
La muerte de Pablo Escobar, desde hace a?os el hombre m¨¢s buscado por la justicia de Estados Unidos, marca el declive definitivo de los viejos barones de la droga y, abre nuevas incertidumbres sobre el futuro del negocio de los narc¨®ticos en el principal mercado de estupefacientes del mundo. Aunque, seg¨²n las primeras informaciones, los agentes norteamericanos estuvieron al margen de la operaci¨®n en la que cay¨® ayer el c¨¦lebre delincuente colombiano, la Agencia para la Lucha contra las Drogas (DEA, en sus siglas en ingl¨¦s) hab¨ªa invertido hasta ahora parte de sus mejores recursos en la persecuci¨®n de Escobar.La DEA, el equivalente a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en el mundo del narcotr¨¢fico, consideraba a Pablo Escobar como el cerebro y l¨ªder del famoso cartel de Medell¨ªn, integrado por un grupo de traficantes originarios de esa ciudad colombiana.
Estados Unidos ten¨ªa una orden de b¨²squeda y captura contra Escobar, y desde 1984 hab¨ªa pedido la extradici¨®n al Gobierno colombiano para que el m¨¢s famoso antioque?o fuese juzgado por tribunales norteamericanos por el delito de exportaci¨®n ilegal de drogas a EE UU. Entre las recompensas ofrecidas por Washington y Bogot¨¢, la cabeza de Escobar hab¨ªa llegado al precio de seis millones de d¨®lares. Sin embargo, una oferta del narcotraficante de entregarse en Colombia a cambio de que EE UU garantizase la seguridad de su familia cay¨® en el vac¨ªo.
Centro de operaciones
Agentes de la DEA colaboraron con la polic¨ªa y el ej¨¦rcito de Colombia en la persecuci¨®n de Escobar, y el Gobierno norteamericano entreg¨® a ese pa¨ªs medios militares para combatir el narcotr¨¢fico en el primer productor de coca¨ªna del mundo. Siempre fue un secreto a voces que la DEA ten¨ªa en la embajada norteamericana en Bogot¨¢ el mayor centro de operaciones de Am¨¦rica Latina.La amenaza de la extradici¨®n a Estados Unidos era tradicionalmente una de las principales armas esgrimidas por el Gobierno colombiano en contra de los narcotraficantes, que durante a?os encontraron con facilidad los medios para escapar de la justicia colombiana. El propio Escobar huy¨® en julio de 1992 de la prisi¨®n que ¨¦l mismo se construy¨® y en la que ingres¨® voluntariamente.
La DEA nunca fue capaz, sin embargo, de repetir con Escobar la operaci¨®n en la que fue capturado y enviado a Estados Unidos uno de los principales narcotraficantes colombianos del momento, Carlos Lehder, que fue juzgado aqu¨ª y condenado a cadena perpetua en una c¨¢rcel, donde todav¨ªa se encuentra.
Fue tambi¨¦n la DEA la que se encarg¨® formalmente de la detenci¨®n en Panam¨¢ en 1989 del hombre fuerte de ese pa¨ªs, el general Manuel Antonio Noriega, que tambi¨¦n fue condenado a prisi¨®n de por vida por su colaboraci¨®n con el cartel de Medellin.
La insistencia norteamericana en la extradici¨®n lleg¨® a convertirse en Colombia en una seria amenaza contra la soberan¨ªa nacional. Varios dirigentes pol¨ªticos se negaban a poner a sus ciudadanos en manos de Estados Unidos, aunque durante mucho tiempo fue innegable la incapacidad de la justicia colombiana para hacer frente a ese problema en solitario.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.