"El GATT significa el dominio de Estados Unidos"

La provocaci¨®n es una de las actividades favoritas de este premio Nobel de Econom¨ªa. Hura?o y picajoso, Maurice Allais, de 83 a?os, aclara antes de nada dos cosas: "No soy proteccionista, primero, y soy proamericano, segundo". A continuaci¨®n afirma que Estados Unidos, y no Francia, es el ¨²nico demonio que entorpece las negociaciones de la Ronda Uruguay para la liberalizaci¨®n del comercio mundial y anima a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo a protegerse de las importaciones europeas y estadounidenses. Nobel por su aportaci¨®n a la teor¨ªa de los mercados y la eficaz utilizaci¨®n de los recursos, Allais dio una conferencia en Madrid sobre el (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT) invitado por el Consejo General de Corredores de Comercio.

Pregunta. ?Por qu¨¦ est¨¢ en contra de que Europa firme la Ronda Uruguay para la liberalizaci¨®n del comercio?

Respuesta. Los norteamericanos tienen una gran ingenuidad creer que pueden imponer al mundo su voluntad. Seguramente se firmar¨¢ alg¨²n acuerdo. Francia firmar¨¢ algo. Cometer¨¢ un error y no tardar¨¢ en ver sus efectos perversos. Y es que no es verdad que la apertura comercial sea la condici¨®n para salir de la crisis. El desempleo, en vez de disminuir, aumentar¨¢. ?sa es la realidad.

P. Si, por el contrario, fracasa la Ronda, ?existe alg¨²n peligro de que ¨¢reas comerciales como la Uni¨®n Europea y el Tratado de Libre Comercio norteamericano se alcen como fortalezas?

R. Que Europa necesite m¨¢s tiempo para reflexionar sobre las cuestiones que est¨¢n en juego no significa renunciar a cualquier acuerdo. ?ste puede retrasarse seis meses para que los europeos defiendan mejor sus intereses. La fecha del 15 de diciembre ha sido impuesta por EE UU. Lo que es curioso es la habilidad de EE UU de persuadir a sus v¨ªctimas que son ellas mismas las responsables de todo lo que ocurre de desagradable en el mundo. ?Me parece fabuloso! Es lo que se llama la tiran¨ªa de las verdades establecidas. En el centro de la Ronda Uruguay est¨¢n los intereses norteamericanos, su deseo de ampliar su cuota en el mercado agr¨ªcola a coste de reducir la francesa y la espa?ola.

P. Cuando se habla del GATT, casi siempre la atenci¨®n se concentra en las disputas entre EE UU y Europa y se ignora el impacto que el acuerdo puede tener sobre el resto de los socios.?Qu¨¦ hay de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo que saldr¨¢n beneficiados de la apertura agr¨ªcola?

R. Hay una mitificaci¨®n gigantesca en torno a la Ronda Uruguay. En ?frica, seg¨²n un informe del Banco Mundial publicado recientemente, la liberalizaci¨®n del comercio no har¨¢ m¨¢s que empobrecer a la regi¨®n. Para el Tercer Mundo el libre comercio es una nueva forma de colonialismo, m¨¢s temible a¨²n, y lo que tienen que hacer es protegerse de las importaciones europeas y estadounidenses. Europa no puede aceptar arruinar su propia agricultura para favorecer las exportaciones de estos pa¨ªses.

P. Pero el acuerdo del GATT prev¨¦ que si Europa cede en la agricultura, ser¨¢ compensada en otros cap¨ªtulos (servicios, bienes industriales...

R. Primero, ?por qu¨¦ tiene que ser Europa la que abra sus fronteras a los productos agr¨ªcolas de estos pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo? ?Por qu¨¦ no se pide a los estadounidenses que supriman su agricultura y que importen los productos de Am¨¦rica Latina? Es m¨¢s razonable. Est¨¢n al lado. Y, sin embargo, ?qu¨¦ hace EE UU? En el TLC bloquea la entrada de productos agr¨ªcolas. de M¨¦xico y de Canad¨¢. ?Por qu¨¦ toman a Europa, y en particular a Francia, como cabeza de turco, mientras que es EE UU el que dificulta la negociaci¨®n?

P. Las conversaciones en el seno del GATT persiguen precisamente un equilibrio comercial.

R. ?No! ?No! ?No! El GATT se trata del dominio de EE UU. El Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la OCDE y el GATT est¨¢n dirigidos por personas cuyo futuro profesional depende de EE UU. ?Por qu¨¦ defiende Europa tan mal sus intereses? Francia tiene raz¨®n cuando pide la igualdad de tratamiento en el plano internacional entre EE UU y Europa. Nos obligan a una firma r¨¢pida de los acuerdos del GATT imponiendo condiciones que son dif¨ªcilmente soportables. El acuerdo no tiene nada que ver con los intereses de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Se trata ¨²nicamente de los intereses americanos.

P. Si est¨¢ tan claro que el acuerdo es malo para Europa, ?por qu¨¦ lo defienden Alemania y el Reino Unido?

P. ?Por qu¨¦ tanta gente apoya ideas tan equivocadas? No se puede aceptar la eliminaci¨®n de nuestra agricultura, que har¨¢ depender nuestra alimentaci¨®n en el futuro de la buena voluntad de EE UU o de Argentina, donde hay gente muy simp¨¢tica, s¨ª, pero donde tambi¨¦n hay capitalistas ansiosos de conseguir beneficios. Para Alemania, como para nosotros, mantener cierta agricultura es fundamental. Pero los grupos de presi¨®n industriales alemanes tienen un poder de influencia muy superior al de los agr¨ªcolas. Lo mismo sucede en el Reino Unido. Si quieren convertirse en un Estado americano, all¨¢ ellos, pero si quieren permanecer en Europa, tienen que compartir intereses.

P. Usted ha sido abiertamente esc¨¦ptico del Tratado de Maastricht. La unificaci¨®n alemana, las turbulencias monetarias y la crisis han convertido en papel mojado los plazos previstos en el mismo. ?C¨®mo ve el futuro de Europa?R. Hay que hacer primero la Europa pol¨ªtica, con una Constituci¨®n europea y una autoridad pol¨ªtica com¨²n. Si se consigue, podremos resolver nuestros problemas. Si no, seguiremos defendiendo los intereses nacionales y corriendo hacia el desastre. Lo que reprocho a la clase pol¨ªtica europea es su incapacidad para plantear los problemas claramente. No hay m¨¢s que mirar a la antigua Yugoslavia para ver el desastre de la acci¨®n pol¨ªtica com¨²n.

Somos incapaces de tener una visi¨®n com¨²n. Ya dije que Maastrictit no funcionar¨ªa y no ha funcionado. Lo mismo digo hoy de la Ronda Uruguay: podemos firmar todo lo que se quiera, pero no funcionar¨¢.

P. El momento de negociar la apertura comercial ha coincidido con un nivel insoportable de paro en Europa. ?La semana de cuatro d¨ªas es una soluci¨®n?

R. En una fase coyuntural y durante un tiempo limitado, es preferible que una empresa en dificultades reduzca el tiempo de trabajo y no despida a nadie. S¨®lo en este caso est¨¢ justificado. Pero reducir el tiempo de trabajo de forma permanente en el futuro, sin que necesariamente responda a causas coyunturales, es insensato y criminal."El libre comercio es una nueva forma de colonialismo, aun m¨¢s temible,y hay que protegerse de las importac¨ªones"