La Uni¨®n Europea, contra el paro
El Libro Blanco empieza a calar entre los ministros de Exteriores, tras las reticencias de los de Econom¨ªa
Es un Jacques Delors dolido y visionario el que presentar¨¢ el Libro Blanco el pr¨®ximo viernes a los jefes de Estado y de Gobierno, reunidos en la Cumbre Europea. Dolido, porque hace aguas su sue?o de una Europa unida con una moneda ¨²nica antes de fin de siglo, y ello comporta consecuencias nefastas para millones de personas. Visionario, porque este socialdem¨®crata y cristiano practicante no pierde nunca la esperanza ni se resigna, por m¨¢s que los signos de los tiempos sean contrarios. El presidente de la Comisi¨®n espera, de hecho, que el Consejo Europeo acepte el reto y lance esta misma semana la orden de movilizaci¨®n para que Europa se levante."?Por qu¨¦ este Libro Blanco? Una sola raz¨®n, que se resume en una palabra: el desempleo. La extensi¨®n del problema es conocida, sus consecuencias tambi¨¦n. Y como demuestra la experiencia, es de abordaje dif¨ªcil". As¨ª empieza el Libro Blanco sobre la Competitividad, el Crecimiento y el Empleo, aprobado el domingo por la Comisi¨®n Europea y entregado ayer por la tarde a los gobiernos de los Doce y cuya presentaci¨®n p¨²blica se prev¨¦ hoy o ma?ana en Bruselas.
Tras la primera reacci¨®n reticente o recelosa de los ministros de Econom¨ªa el mismo domingo, los de Exteriores acogieron las ideas del presidente de la Comisi¨®n, Jacques Delors, de mucho mejor humor. El ministro espa?ol, Javier Solana, por ejemplo, asegur¨® que permitir¨¢ "un buen acuerdo en el Consejo Europeo", los pr¨®ximos d¨ªas 10 y 11 de diciembre, y valor¨® positivamente la idea de la eurodeuda lanzada por el presidente de la Comisi¨®n. "El Libro Blanco est¨¢ en una sinton¨ªa muy grande con las medidas que propugna el Gobierno espa?ol", asegur¨®.
Construir Europa
Medios de la Comisi¨®n Europea han intentado aventar estos d¨ªas los principales argumentos esgrimidos por los enemigos de Delors. No es un programa de relanzamiento por la inversi¨®n ni una pol¨ªtica socialista cl¨¢sica, sino la aplicaci¨®n consecuente del Tratado de Maastricht, que ya ha entrado en vigor, aseguran. No es un informe t¨¦cnico y econ¨®mico al estilo de los que hace la OCDE, a?aden, sino un instrumento para dar un nuevo vigor a la construcci¨®n europea y para demostrar que la UE es ¨²til en la resoluci¨®n de los problemas de la gente.
No se trata tampoco de dar m¨¢s poder a la Comisi¨®n o de reforzar la construcci¨®n europea porque ¨¦sta sea algo bueno en s¨ª mismo, sino que el objetivo es recuperar el nivel de vida de los europeos, evitar que se rompa lo esencial de la sociedad europea, sus equilibrios y su Estado de bienestar, e impedir que se abran finalmente las puertas a los l¨ªderes populistas. "Los malos pastores", como suele apostrofarles Jacques Delors.
El presidente de la Comisi¨®n dio garant¨ªas a los ministros de Exteriores de que los 8.000 millones de ecus de inversiones frescas requeridas cada a?o solo se utilizar¨¢n en caso de que sean absolutamente imprescindibles y si antes se han agotado todos los dem¨¢s mecanismos de financiaci¨®n ya previstos: los contemplados en el presupuesto comunitario y los del Banco Europeo de Inversiones, dando as¨ª satisfacci¨®n a los interrogantes planteados el domingo por Alemania.
Delors tambi¨¦n dio garant¨ªas a los ministros de que la eurodeuda no presionar¨¢ al alza los tipos de inter¨¦s en un momento en que los Doce apuestan por su descenso. El proyecto de la Comisi¨®n, aunque muy importante, equivale a menos del 1% de la actividad anual de los mercados de capitales.
El n¨²cleo ideol¨®gico m¨¢s contundente del Libro Blanco es su introducci¨®n, un corto texto de 19 p¨¢ginas, m¨¢s una veintena de hojas m¨¢s -anejos y cuadros-, en los que se nota la escritura y las ideas m¨¢s personales del presidente de la Comisi¨®n. La conclusi¨®n de esta introducci¨®n, apenas unas 30 l¨ªneas de prosa apasionada, son sin duda de la mano de Delors, y se reproducen, traducidas directamente del franc¨¦s, en estas mismas p¨¢ginas.
Delors parte de cuatro negaciones, bajo el r¨®tulo de "No hay remedio milagroso": no al proteccionismo, no a la hu¨ªda hacia adelante del d¨¦ficit presupuestario o de la creaci¨®n de moneda, no a la disminuci¨®n generalizada del tiempo de trabajo ni al reparto nacional del trabajo, y no a la disminuci¨®n dr¨¢stica de los salarios ni a los recortes de la protecci¨®n social. El presidente de la Comisi¨®n quiere, as¨ª, reformar todo lo que haga falta, pero preservar lo que seg¨²n ¨¦l es esencial de la cultura pol¨ªtica y social europea.
Delors no se resiste a realizar una vez m¨¢s el balance positivo de la construcci¨®n europea, y de la etapa entre 1986 y 1990 en que se crearon nueve millones de empleos. Pero el decorado ha cambiado, seg¨²n explica: han aparecido nuevos competidores, el fin del comunismo ha proporcionado nuevas posibilidades de crecimiento y expansi¨®n comercial, la poblaci¨®n europea se ha envejecido, las estructuras familiares se han transformado, se ha producido una revoluci¨®n tecnol¨®gica, la econom¨ªa se ha desmaterializado y se ha convertido en circulaci¨®n de informaci¨®n, y los mercados han devenido globales e interdependientes. "Si hemos cambiado, el mundo ha cambiado todav¨ªa m¨¢s deprisa que nosotros", argumenta para explicar el desasosiego y el desfase.
El coraz¨®n del problema es, en el diagn¨®stico de Delors, el que ocupa el documento entero: el paro, que se clasifica en tres tipos: coyuntural, estructural y tecnol¨®gico. Las pistas para su soluci¨®n se pueden reducir en los calificativos que debe lucir una econom¨ªa: sana (estabilidad monetaria, baja inflaci¨®n, d¨¦ficit reducido, crecimiento estable...) abierta, descentralizada, competitiva y solidaria.
En estrecha relaci¨®n con las caracter¨ªsticas de la econom¨ªa que Delors desea para Europa se situan sus proyectos de autopistas inform¨¢ticas, que aseguran la fluidez, la flexibilidad y la descentralizaci¨®n, y las grandes redes de transporte y energ¨ªa transeuropeas, que permiten convertir en realidad pr¨¢ctica el Mercado ?nico y abrirlo m¨¢s all¨¢ de las fronteras estrictas de la UE.
Acciones espec¨ªficas
Adem¨¢s del gran dise?o social, Delors propone tambi¨¦n acciones espec¨ªficas para combatir el desempleo, que se concretan en seis prioridades de acci¨®n: apostar por una educaci¨®n y una formaci¨®n a lo largo de toda la vida; aumentar la flexibilidad interna (dentro de las empresas) y externa del mercado de trabajo, centrar mayores expectativas en la descentralizaci¨®n y la iniciativa; reducir los costes del trabajo sin cualificaci¨®n; renovar las pol¨ªticas de empleo, y encontrar nuevos empleos en las nuevas necesidades. El Libro Blanco hace especial hincapi¨¦ en los yacimientos donde se pueden hallar estos nuevos empleos, que pueden dar lugar a la creaci¨®n de tres millones de puestos de trabajo. Son trabajos que hasta ahora o estaban sumergidos o eran parte de la asistencia social.
De lo que se trata es de resituarlos ahora en el mercado laboral, dignificarlos y permitir que resuelvan problemas y den trabajo a m¨¢s gente. Se dividen en tres tipos: 1.- Servicios de proximidad: ayuda a domicilio a personas mayores o minusv¨¢lidas, cuidados de salud y trabajos dom¨¦sticos; cuidado de ni?os no escolarizados, clases particulares, tareas de compa?¨ªa y acompa?amiento de ni?os; asistencia a j¨®venes con dificultades, ocio, deporte; seguridad en inmuebles; trabajos audiovisuales; tareas culturas y de entretenimiento art¨ªstico, espect¨¢culos itinerantes, escuelas de arte; comercio en zonas rurales y zonas suburbanas. 2.- Mejora del sistema de vida: renovaci¨®n de viviendas antiguas, equipamiento sanitario, aislamiento ac¨²stico, seguridad; desarrollo de transportes colectivos locales. 3.- Protecci¨®n del medio ambiente: mantenimiento de zonas naturales y espacios p¨²blicos, reciclaje de residuos; tratamiento de aguas y saneamiento de zonas contaminadas; control de normas de calidad; equipamientos econ¨®micos de energ¨ªa.
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