Much¨ªsimo asco
Que todos tenemos un l¨ªmite es algo desde largo tiempo conocido. C¨®mo llegamos a ¨¦l, a veces, nos produce sorpresa. Yo reconozco que hoy estoy en el l¨ªmite, que esto se traduce en una sensaci¨®n que domina a todas las dem¨¢s y que me impregna de asco.Un asunto ha sido el desencadenante de esta situaci¨®n: en un centro escolar de mi pueblo se ha producido un desgraciado episodio de acusaciones de abusos deshonestos contra un profesor de ni?os de cuatro a?os.
Ha sido el tratamiento dado al tema por cierta prensa el que me ha ido colmando hasta hacer rebosar por las imaginarias paredes que me delimitan como ser humano la viscosidad chorreante de esta sensaci¨®n. ?Siento much¨ªsimo asco!
Frente a la exquisitez en titulares y tratamiento informativo de algunos medios, respetando en todo momento la intimidad de las personas y su presunci¨®n de inocencia, otros se han lanzado como buitres. Estos ¨²ltimos se han atragantado, atorado con los detalles m¨¢s s¨®rdidos; han degustado con fruici¨®n los datos m¨¢s escandalosos, pero no se han detenido ah¨ª. Han censurado (amputado) todo lo que no cuadraba con el escenario dibujado por ellos; han obviado los datos que pod¨ªan poner en cuesti¨®n sus afirmaciones; han juzgado y condenado a personas, instituciones, colectivos desde sus pantallas y p¨¢ginas impresas. Como en los peores tiempos, el inocente ha tenido que demostrar su inocencia. Pero en definitiva han vendido.
Tras el vendaval informativo no se ocupar¨¢n de los restos del naufragio: personas destrozadas y marcadas en lo m¨¢s ¨ªntimo y en lo profesional, colectivos profesionales puestos en la m¨¢s cruda tela de juicio. Padres, madres, ni?as y ni?os anonadados ante la crudeza del mensaje. Su colegio es un antro.
Y no lo es. Su colegio sigue siendo, como hace ocho, cuatro o dos a?os, un digno y sano centro educativo, p¨²blico, abierto, participativo y, para muchos, magn¨ªfico.
Hojeando el peri¨®dico, encuentro entre los titulares uno que anuncia el abandono del presentador de un reality show porque el programa contiene basura. Adem¨¢s a?ade que su medio "es canalla e infame, se adue?a de las conciencias, corrompe y deforma". Yo leo entre l¨ªneas que a ¨¦l tambi¨¦n le ahoga el asco. Ya somos dos.
Tenemos que denunciar a los que consideran el derecho a la informaci¨®n como la tapadera perfecta para su tr¨¢fico de morbo y dolor. A los que confunden informaci¨®n con difamaci¨®n. A los que llenan sus bolsillos con el sufrimiento ajeno. Por eso y para eso escribo estas l¨ªneas- Director del colegioEl Olivar hasta el curso pasado y concejal de Educaci¨®n de Rivas -Vaciamadrid.
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