La calle del practicante

Victoriano Ropero, de 60 a?os, no es un practicante cualquiera. Ha tra¨ªdo al mundo a unos 500 ni?os de Los Molinos, peque?a localidad de 2.551 habitantes cercana a Guadarrama, y ha bautizado a muchos de ellos.Ropero ha intervenido como m¨¦dico, aunque no lo es, en casos de urgencia, y ha tenido que levantar alg¨²n que otro cad¨¢ver, y hasta practicarle la autopsia. Nani, como es llamado cari?osamente por los vecinos, ha estado al servicio del pueblo las 24 horas del d¨ªa desde que lleg¨®, hace casi 40 a?os.

Esto le ha costado "quemar seis motos durante sus idas y venidas". "En esos a?os no hab¨ªa coches", recuerda. Pero quiz¨¢ lo m¨¢s importante de todo es que el practicante, como ¨¦l dice, ha logrado "pinchar sin aguja" y ganarse as¨ª la simpat¨ªa de sus pacientes.

Ahora todos quieren homenajearle y poner su nombre a una calle de Los Molinos. Para Victoriano Ropero esto no es nada nuevo. En una ocasi¨®n recibi¨® una celebraci¨®n similar organizada por las amas de casa del pueblo, es invitado a multitud de cumplea?os de los chicos y de las chicas que ha tra¨ªdo al mundo y en su casa no faltan regalos de agradecimiento.

Durante los primeros 20 a?os de trabajo en Los Molinos -lleg¨® en 1956- ha asistido unos 500 partos haciendo de comadr¨®n. "En aquellos tiempos casi no hab¨ªa coches y las carreteras para llegar a los hospitales de Madrid eran muy malas", recuerda.

Pero ya me he cortado la coleta". Los ¨²ltimos habitantes que han nacido en Los Molinos -ahora las se?oras se trasladan a Madrid para ser atendidas en centros hospitalarios- han sido tra¨ªdos al mundo por Nani.

Es practicante desde hace 37 a?os. Lleg¨® soltero y ahora es abuelo. "Mis dos hijos, de 36 y 31 a?os, son molineros", dice con orgullo.

?l es de Lagartera, en la provincia de Toledo. All¨ª naci¨® en 1933. "He tra¨ªdo una media de 25 ni?os por a?o, y en ocasiones he bautizado a m¨¢s ni?os que el cura. Les he llamado siempre Jos¨¦ o Mar¨ªa, despu¨¦s de preguntar a sus padres si ya hab¨ªa alguno de estos nombres en la familia". "En aquellos tiempos", a?ade, "cont¨¢bamos con medios muy precarios". As¨ª que su vida profesional se convirti¨® en un rosario de an¨¦cdotas. En una ocasi¨®n tuvo que prestarle la cama a un beb¨¦ que hab¨ªa nacido en un coche, y que fue llevado enseguida a su casa para que lo atendiera.

Pero, de todas sus intervenciones, la que recuerda con especial cari?o es un parto en un pajar de una zona del pueblo conocida como Matalascabras. "El dibujo que contempl¨¦ me pareci¨® como un bel¨¦n", recuerda ahora el veterano practicante, que as¨ª es como se le conoce, no como enfermero, el nombre actual para estos profesionales sanitarios. "Hab¨ªan encendido un fuego. El padre y la madre estaban juntos, acurrucados entre la paja, protegiendo al ni?o, y a su lado yac¨ªa un borrico

De los 500 ni?os que ha tra¨ªdo al mundo, dos son hijos del alcalde, Jes¨²s P¨¦rez P¨¦rez, del Partido Popular. Pero esta circunstancia no provoca que ahora se quiera reconocer el m¨¦rito a su labor profesional y humanitaria.

Todos los grupos que est¨¢n representados en la corporaci¨®n municipal -PP, PSOE e independientes- votaron a favor de una moci¨®n para poner la calle a su nombre y reconocer as¨ª el trabajo del practicante.

El primer edil no duda en asegurar que lo m¨¢s meritorio de Nani han sido "los m¨¢s de 30 a?os de trabajo que durante 24 horas al d¨ªa ha dedicado al pueblo".

Nani, el practicante, estuvo de guardia toda su vida. "Todo el tiempo estaba disponible", dice el alcalde, "ha sido un hombre dedicado a su profesi¨®n, bondadoso, simp¨¢tico, dicharachero y agradable".