Garc¨ªa Vargas: "Cualquier pol¨ªtico dem¨®crata debe intentar ir a Sarajevo"

ENVIADO ESPECIAL"Todo dem¨®crata europeo, y m¨¢s si es un responsable pol¨ªtico, tiene que aprovechar cualquier ocasi¨®n para ir a Sarajevo y demostrar la voluntad de los ciudadanos de este continente de ver liberada y en paz a esa ciudad". El ministro de Defensa, Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas, explicaba as¨ª ayer la breve visita que hizo el martes a la capital bosnia. Garc¨ªa Vargas concluy¨® su tercer viaje a Bosnia anunciando que Espa?a reducir¨¢ temporalmente en un centenar los 1.150 cascos azules en Bosnia-Herzegovina si la ayuda humanitaria sigue bloqueada.

Con su visita a Sarajevo, obligada por la niebla, Garc¨ªa Vargas cumpli¨® un ¨ªntimo deseo. El ministro, acompa?ado por los generales Jos¨¦ Rodrigo y Ram¨®n Porgueres, estuvo tres horas en la capital bosnia. Suficientes para almorzar con el jefe de los cascos azules, el general belga Francis Briquemont, y para dar una vuelta en coche blindado por la ciudad.El H¨¦rcules de la ONU que transport¨® al ministro tuvo que demorar su aterrizaje, ya que el aeropuerto hab¨ªa sido atacado horas antes.. Camino de Kiseljak, donde pernoct¨®, el veh¨ªculo del ministro abr¨ªo sus puertas en un control serbio, lo que la ONU desaconseja por razones de seguridad, pero ocult¨® su identidad.

El horror tuvo el martes en Sarajevo un saldo abultado: doce muertos. Uno de los cad¨¢veres fue retirado de una casa destrozada por un proyectil bajo la mirada de los espa?oles. La impresi¨®n que trajo Garc¨ªa Vargas fue "muy descorazonadora", tanto por el drama humano como por el "Fracaso de la comunidad internacional".

Junto a la desolaci¨®n, la irritaci¨®n. Porque, pese al esfuerzo de la ONU, la ayuda humanitaria a Sarajevo est¨¢ "bajo m¨ªnimos". De su entrevista con Briquemont, Garc¨ªa Vargas sali¨® m¨¢s convencido que nunca de la necesidad de reabrir la carretera de Mostar, bajo responsabilidad espa?ola: "Me explic¨® que las alternativas a la ruta del Neretva casi no existen".

El ministro pidi¨® a Briquemont que traslade a los jefes militares de las facciones la voluntad europea de replantearse la permanencia de sus tropas si no prosperan las conversaciones: "Nuestra presencia aqu¨ª se justifica por la ayuda humanitaria. Si ¨¦sta no se permite, habr¨¢ que repensarla".