A los jueces no les gustan los superjueces
El estamento judicial, en general, es poco fa vorable a los jueces estrella. De ah¨ª las reticencias que levanta Marino Barbero en el Tribunal Supremo, a causa de la notoriedad alcanzada por el caso Filesa, y las que en su d¨ªa produjo Baltasar Garz¨®n mientras actu¨® como juez de instrucci¨®n de la Audiencia Nacional.Ahora le toca el turno a Miguel Moreiras, quien se encuentra a¨²n m¨¢s aislado que los anteriores, porque la es pectacularidad de sus casos se mezcla con la inseguridad producida por sus contradictorias decisiones. Los sumarios por los grandes casos de la historia reciente de la norma espa?ola se encuentran en manos de este magistrado de 44 a?os.
Desde los fraudes del IVA hasta las cesiones de cr¨¦dito del Banco Santander, pasando por la estafa del Banco Europeo de Finanzas (BEF), el vaciamiento patrimonial de Macosa, la supuesta financiaci¨®n de UGT a trav¨¦s de la empresa Enatcar y otros, el instructor de los delitos econ¨®micos se ha visto cada vez m¨¢s cuestionado.
Frente al ex juez de vigilancia penitenciaria y de lo social, convertido desde hace tres a?os en juez de delitos econ¨®micos, se mueve lo m¨¢s granado de la abogac¨ªa espa?ola.
Y, naturalmente, estos despachos, contratados por los implicados en los sumarios de Moreiras, dedican mucho tiempo abombardearle con recursos de todas clases. De ah¨ª el zigzagueo constante de las espectaculares decisiones del magistrado.
En varias ocasiones, el juez Moreiras ha adoptado decisiones graves que posteriormente ha rectificado.
As¨ª ha ocurrido con las diligencias por 48.000 operaciones de cesi¨®n de cr¨¦dito del Banco Santander, rectific¨¢ndose a s¨ª mismo en dos sonadas ocasiones: primero impuso una fianza de 8.000 millones de pesetas a la entidad, despu¨¦s la anul¨®, y a los pocos meses volvi¨® a imponer fianza, en este caso de 3.500 millones, para volver a anularla por entender que la entidad bancaria tiene solvencia suficiente.
La ¨²ltima de las decisiones rectificadas por el juez Miguel Moreiras fue la orden de prisi¨®n incondicional para el empresario Benedicto Alfaro, que tres d¨ªas despu¨¦s cambi¨® por la libertad bajo la m¨®dica fianza de 10 millones. En este asunto, Moreiras ha considerado incluso la posibilidad de mantener abiertos dos procesos contra un mismo implicado, el citado Alfaro.
Mientras tanto, Moreiras ha instruido las diligencias contra m¨¢s de 600 empresas por fraudes fiscales y falsedades documentales. Lo cual no ha sido ¨®bice para que haya defendido en p¨²blico que el fraude fiscal no debe ser considerado como delito cuando el presunto culpable regularice su situaci¨®n con Hacienda, potenciando as¨ª la funci¨®n recaudadora sobre la jurisdiccional. En virtud de ese criterio, Moreiras intent¨® archivar las diligencias contra m¨¢s de doscientas de esas empresas, decisi¨®n que ech¨® abajo la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
Por tres veces consecutivas ha desestimado la querella de KIO contra Javier de la Rosa y los antiguos gestores de dicho grupo empresarial, ampar¨¢ndose en que el delito denunciado -administraci¨®n fraudulenta del grupo- no est¨¢ tipificado en el C¨®digo Penal.
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