'Mono' de tel¨¦fono y jaco
A Eleuterio le convulsionan las arcadas. "?Ten¨¦is una palangana?", pregunta en voz baja. "En el cuarto de ba?o", contesta la madre, Mar¨ªa ?ngeles. Carlos Hugo, d¨®cil, trae el recipiente. Su jefe vomita. El mono aprieta m¨¢s de la cuenta. Los segundos gotean hasta que Eleuterio salta: ?Que me traigan al inspector y al comisario!". La polic¨ªa les conmina a abandonar la casa. Son las cuatro de la tarde.Eleuterio exige lo que le pide el cuerpo: cuatro gramos de hero¨ªna, dos insulinas Geringuillas) y un tel¨¦fono m¨®vil. En caso contrario, matar¨¢.
-?Para qu¨¦ quer¨¦is el tel¨¦fono? -interroga un polic¨ªa.
-Para llamar a mi madre -contesta Eleuterio.
-Ya veremos, pero hero¨ªna no-podemos daros -contin¨²a el agente.
-Pues cog¨¦is a un camello de por aqu¨ª y nos lo tra¨¦is.
-La droga no puedo, es de Sanidad, pero el tel¨¦fono quiz¨¢ lo consigamos -finaliza el agente. Es el jefe del ¨¢rea de Delincuencia Urbana.
"?Joder, qu¨¦ pasa con el tel¨¦fono!". Eleuterio sella el grito con un sonoro culatazo. Por la terraza contigua les llega el tel¨¦fono atado con cinta adhesiva a un palo de escoba. Lo recoge Mar¨ªa ?ngeles. Hablan mucho, tanto que la bater¨ªa del tel¨¦fono se les acaba. Piden otro y aceptan un intercomunicador, cuyo cable desemboca en otra vivienda.
"?Estamos hartos, queremos el Jaco, y lo queremos ya!", arremete Eleuterio. Tras una discusi¨®n, la polic¨ªa les facilita MST, un sulfato de morfina, a trav¨¦s de la terraza. Para hacerlo m¨¢s cre¨ªble viene envuelto en cuatro papelinas."No tengo vena"
"Si es matarratas se lo metemos a la familia", amenaza el cabecilla. Carlos Hugo, una vez introducido el analg¨¦sico en el torrente sangu¨ªneo, reposa a gusto. Eleuterio quema la morfina para aspirarla con un billete de 5.000 pesetas. No le entra bien. "?Esto es una mierda!", truena. Recorre enfurecido la casa. S¨®lo le queda una dosis. Se enfada con Carlos Hugo. Pretende inyect¨¢rsela, pero no se encuentra la vena. Saca el cintur¨®n y se practica un torniquete en el brazo para que se le hinchen las endurecidas venas. Tampoco funciona.
Enfebrecido, se dirige al cuarto de ba?o, para orinar. No suelta el rev¨®lver. Un disparo resuena. Se le ha escapado.:
-?Qu¨¦ pasa? -grita la polic¨ªa.
-No tengo vena, esto es una mierda.
-?Quieres pastillas?
-No, que tengo ¨²lcera. Estoy harto, lo tengo todo perdido. Los saco de uno en uno a la terraza y los voy matando.
?se fue el momento de m¨¢xima tensi¨®n. La polic¨ªa lleg¨® a temer lo peor. El torbellino, con todo, no llega a m¨¢s. Desde las siete de la tarde, es un psic¨®logo el interlocutor policial. Sobre las 21.30, Jos¨¦, el hermano de Hugo, llega a la casa. Ser¨¢ el catalizador de la liberaci¨®n.Reconstrucci¨®n basada en los testimonios de la familia, la polic¨ªa y testigos.
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