EE UU pide a Mosc¨² "menos tratamiento de choque y m¨¢s atenci¨®n terap¨¦utica"
La Administraci¨®n norteamericana est¨¢ en pleno proceso de elaboraci¨®n de una nueva pol¨ªtica hacia Rusia en el sentido de promover que las reformas hacia la econom¨ªa de mercado en ese pa¨ªs se apliquen de manera m¨¢s lenta y equilibrada de lo que hasta ahora ha hecho el Gobierno de Bor¨ªs Yeltsin, quien d¨ªa a d¨ªa va perdiendo peso en Washington. La nueva pol¨ªtica norteamericana ha sido definida por el embajador Strobe Talbott, que es la principal autoridad sobre Rusia en el Gobierno de Bill Clinton, en los siguientes t¨¦rminos: "Menos tratamiento de choque y m¨¢s atenci¨®n terap¨¦utica".Esa pol¨ªtica incluye, seg¨²n el alto funcionario estadounidense, la aceptaci¨®n de Zhirinovski como un mal inevitable a quien "no se puede volver a declarar la guerra fr¨ªa" y la necesidad de que, en el futuro, las reformas en Rusia sean ejecutadas de forma coordinada entre el presidente y el nuevo Parlamento.
El responsable norteamericano dej¨® claro que Yeltsin ya no es el ¨²nico interlocutor de la Administraci¨®n en Mosc¨², y no descart¨® incluso que Estados Unidos pueda seguir empujando los cambios democr¨¢ticos a trav¨¦s de personas que hoy se oponen a Yeltsin. Talbott dijo tambi¨¦n que Estados Unidos "no est¨¢ satisfecho con la forma en la que se han ejecutado hasta ahora algunos programas de privatizaci¨®n y reestructuraci¨®n".
Strobe Talbott ha hecho, por primera vez, una interpretaci¨®n autocr¨ªtica de los resultados de las recientes elecciones en Rusia, y ha pedido a todos los pa¨ªses del Grupo de los Siete que "comprendan que las reformas tienen que hacerse de acuerdo a un balance entre los imperativos econ¨®micos y los imperativos pol¨ªticos". "?sta es la ¨²nica forma", dijo Talbott, "de que Rusia se mantenga en el camino de la democratizaci¨®n".
Strobe Talbott, quien visit¨® la pasada semana Rusia junto al vicepresidente norteamericano, Al Gore, anunci¨® que su pa¨ªs tendr¨¢ "una visi¨®n m¨¢s abierta" de los acontecimientos en Mosc¨². Talbott manifest¨® que, dentro de una concepci¨®n m¨¢s amplia, incluso los votantes de Zhirinovski deben ser tenidos en cuenta para el futuro, "porque no son votos en favor del fascismo, sino una manifestaci¨®n de protesta por el ritmo con el que se est¨¢n ejecutando los cambios".
"Las elecciones enviaron el mensaje de que las reformas han sido aplicadas hasta ahora con desorden, con un enorme da?o para la mayor¨ªa de los ciudadanos rusos. Este mensaje tiene que ser escuchado por su Gobierno por los pa¨ªses del G-7", se?al¨®.
El diplom¨¢tico explic¨® que, m¨¢s que una aplicaci¨®n m¨¢s lenta de las reformas, lo que hay que hacer es "adoptar un concepto m¨¢s amplio de las reformas". "En lugar de fijarse s¨®lo en los indicadores econ¨®micos, nuestra pol¨ªtica debe prestar atenci¨®n tambi¨¦n a los factores sociales, que se reflejan en la miseria", a?adi¨®.
En una clara indicaci¨®n de que Washington no volver¨¢ a respaldar ciegamente a Yeltsin en un nuevo conflicto con el poder legislativo, el embajador de Estados Unidos advirti¨® tambi¨¦n que los cambios que se hagan en Rusia a partir de ahora deber¨¢n hacerse de forma negociada con el Parlamento.
Las ¨²ltimas elecciones, que trajeron de nuevo a la mente de los gobernantes norteamericanos la imagen de la desestabilizaci¨®n, han hecho recapacitar a Washington sobre el hecho de que es m¨¢s importante la seguridad -mejor garantizada por una Rusia estable- que la democratizaci¨®n.
Strobe Talbott no demostr¨® gran preocupaci¨®n por la situaci¨®n de las Fuerzas Armadas en Rusia. Consider¨® que el fuerte respaldo obtenido por Zhirinovski entre los militares es m¨¢s "una manifestaci¨®n de frustraci¨®n" que un apoyo a posiciones fascistas. El embajador norteamericano a?adi¨® que todav¨ªa no est¨¢n decididos todos los aspectos de la nueva pol¨ªtica hacia Rusia, pero asegur¨® que lo estar¨¢n cuando el presidente visite el pa¨ªs en enero.
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