IU sufre el s¨ªndrome de un nuevo cisma

J. M. R. / J. C., Izquierda Unida nunca tuvo tanto poder en la Comunidad de Madrid -sus votos son decisivos para asegurar la estabilidad del Gobierno regional y para aprobar los presupuestos anuales de la autonom¨ªa- ni tantos concejales en el Ayuntamiento de la capital como en la actualidad. Tampoco nunca tuvo tantos problemas internos. Tras las elecciones de 1991, la unidad entre los representantes de la coalici¨®n empez¨® a desmoronarse como un castillo de naipes.

El a?o 1993 ha sido el de la gran divisi¨®n. Seis familias conviven en el Consejo Pol¨ªtico Regional de IU, su m¨¢ximo ¨®rgano de direcci¨®n entre congresos. De momento, son mayor¨ªa los defensores de la l¨ªnea impuesta por el l¨ªder nacional, Julio Anguita. Sin embargo, la pol¨ªtica de pactos internos que han aplicado ¨²ltimamente los sectores m¨¢s distantes de IU ha desbaratado cualquier razonamiento l¨®gico.

Por un lado, una parte de Nueva Izquierda, la corriente m¨¢s cr¨ªtica con la direcci¨®n nacional de IU que encabeza Anguita, propugna una alianza con los principales dirigentes de la coalici¨®n en Madrid, pr¨®ximos, a su vez, al l¨ªder cordob¨¦s.

Votaci¨®n surrealista

La otra parte de Nueva Izquierda, la m¨¢s renovadora, pero tambi¨¦n la m¨¢s partidaria de la pol¨ªtica de alianzas con el PSOE, ha rechazado esta estrategia de s¨ªntesis y ha batallado para no quedarse marginada de las decisiones importantes. Este fen¨®meno ocasion¨® en el ¨²ltimo gran debate de IU -su consejo pol¨ªtico regional- una votaci¨®n surrealista. La l¨ªnea m¨¢s dura y ortodoxa, cuyos miembros reciben el calificativo de zorrocotros, y el sector renovador de Nueva Izquierda, opuesto a las negociaciones con la direcci¨®n regional de IU, unieron sus fuerzas para derrotar, en el debate sobre los presupuestos de la Comunidad, a los que mandan en la coalici¨®n y a la corriente de Nueva Izquierda que les apoya.

La divisi¨®n afecta a las dos instituciones m¨¢s importantes de Madrid. En la Comunidad, los diputados de Nueva Izquierda son mayor¨ªa en el grupo parlamentario -11 de 13-, pero est¨¢n divididos. Sus enfrentamientos internos han tenido consecuencias recientes: la dimisi¨®n de Jos¨¦ Antonio Moral Sant¨ªn como portavoz adjunto de IU y portavoz en la Comisi¨®n de Presupuestos. La portavoz, Isabel Vilallonga, que suplant¨® a Moral Sant¨ªn tras su dimisi¨®n en la discusi¨®n de los presupuestos, controla el grupo con la adhesi¨®n de dos diputados de la l¨ªnea dura y otros seis de Nueva Izquierda que rechazan cualquier tipo de acuerdo con los dirigentes de la coalici¨®n en Madrid.

La entrada en el Gobierno regional, propuesta por la corriente de Nueva Izquierda que apoya a Vilallonga, qued¨® definitivamente aparcada en el ¨²ltimo consejo pol¨ªtico, donde los representantes de IU votaron en contra por abrumadora mayor¨ªa.

Divisi¨®n municipal

En el Ayuntamiento, el portavoz, Paco Herrera, defiende una estrategia contraria a la de su compa?era Vilallonga en la Comunidad. Herrera es partidario de la negociaci¨®n con el coordinador regional de IU-Madrid, ?ngel P¨¦rez, y cuenta con el apoyo de otros tres concejales de su grupo. Los dos ediles restantes han tomado posiciones en los polos norte y sur de la actual batalla de esta formaci¨®n pol¨ªtica.

El lenguaje al uso en el actual momento pol¨ªtico de IU no puede ser m¨¢s duro y beligerante: "Vilallonga est¨¢ muerta. No repetir¨¢ en las pr¨®ximas elecciones. Lo que realmente quiere es forzar la ruptura para fundar un partido nuevo", dicen los partidarios de formar una nueva mayor¨ªa en Madrid con una parte de Nueva Izquierda y otra de los oficialistas. "Los que propugnan la s¨ªntesis [Moral Sant¨ªn y Herrera] s¨®lo est¨¢n buscando un puesto en las pr¨®ximas listas electorales y seguir conservando su sill¨®n", contestan los simpatizantes de Vilallonga.

Otros afiliados funden estas dos teor¨ªas en una sola: "Al final perderemos todos, el avance del PP ser¨¢ irreparable y habr¨¢ que enterrar este proyecto pol¨ªtico de IU, pese a que en otros lugares de Europa est¨¢ triunfando".