La Universidad de Alcal¨¢, en cuidados intensivos

M¨¢s de 50 metros de andamios, de 20 metros de altura, cubren desde hace un mes la fachada de la universidad cisneriana. Tras las redes verdes de seguridad trabajan seis restauradores de la piedra y un bi¨®logo.Limpian y consolidan los elementos escult¨®ricos de la portada, para evitar, en el futuro, cualquier riesgo de desprendimiento. Desde hace 10 a?os, los fragmentos de esta obra cumbre del plateresco padecen el llamado mal de la piedra.

En noviembre pasado, el Ministerio de Cultura decidi¨® declarar la obra de urgencia y destinar 15 millones de pesetas para una cura que frenase el deterioro de la fachada, esculpida en 1537 por Gil de Onta?o y restaurada en 1914, a?o en que se declar¨® monumento nacional y se le a?adi¨® la piedra de Novelda, causante de los males. Se trata de una piedra calcarenita muy utilizada por su facilidad de tallado, pero con un alto contenido en materiales arcillosos, que absorben el agua de las lluvias, produciendo despu¨¦s, con las heladas, microfisuras en la piedra. ?stas se llenan de agua y al helarse se agrietan y explotan, desprendi¨¦ndose fragmentos. La zona m¨¢s da?ada es la crester¨ªa, los plintos, las g¨¢rgolas y en general todas las esculturas con mucho relieve. Los pin¨¢culos, remates que en la balconada franquean al p¨®rtico, se desmoronan con s¨®lo tocarlos.Los restauradores han empezado por las alturas, y en la balconada se afanan en quitar con esp¨¢tulas, brochas y mucha paciencia los musgos y l¨ªquenes que se han acumulado sobre la piedra. A las tallas se les inyectan unas resinas especiales para rellenar las grietas, despu¨¦s de que el bi¨®logo haya determinado cu¨¢l es la apropiada tras analizar varias muestras de la piedra. En algunos casos habr¨¢ que poner a las esculturas huesos de acero inoxidable o fibra de vidrio. Lo ¨²ltimo ser¨¢ la radiograf¨ªa, hecha mediante vibraciones, para asegurarse que no existen microfisuras, y el maquillaje con polvo de m¨¢rmol.

S¨®lo por urgencia

Esta restauraci¨®n es ¨²nicamente una cura de urgencia para evitar que a alg¨²n transe¨²nte le caiga un cascote renacentista en la cabeza. S¨®lo se va a congelar el deterioro, pero no se completar¨¢n figuras ni se restaurar¨¢ en profundidad, seg¨²n Jer¨®nimo Garc¨ªa, responsable de la empresa Proart, adjudicataria de la obra. Garc¨ªa cree que ser¨ªa positivo desmontar uno de los pin¨¢culos y trasladarlo al taller.

Al conjunto de la fachada se le dar¨¢ un lavado de cara, para quitar los churretes m¨¢s vistosos, y se ba?ar¨¢ con una resina que reduce en un 70% la porosidad de la piedra. Un proceso que responde al dif¨ªcil nombre de hidrofugaci¨®n.

En marzo, alcala¨ªnos y for¨¢neos podr¨¢n volver a contemplar la fachada.