Las divergencias entre Rabin y Peres dificultan la vuelta a la mesa con los palestinos

El primer ministro israel¨ª, Isaac Rabin, y su ministro de Exteriores, Sim¨®n Peres, mantienen una l¨ªnea de conducta aparentemente com¨²n, pero sus divergencias en cuanto a las negociaciones israelo-palestinas dificultan la vuelta a las conversaciones. Rabin s¨®lo acepta regresar a la mesa de negociaci¨®n sobre la base de los puntos acordados en El Cairo". eres es menos categ¨®rico. El jefe de la diplomacia israel¨ª considera inoportuno seguir jugando a los "ofendidos". Peres propone la vuelta a las conversaciones, si es posible, sobre la base de los "puntos ya acordados", y si no "inspir¨¢ndose en las cuestiones ya discutidas en El Cairo y t¨¢citamente aceptadas por los negociadores palestinos".La posici¨®n israel¨ª, estima Peres, se ha debilitado por la declaraci¨®n del ministro egipcio de Exteriores, Amr Musa, en la que afirma que no hubo aprobaci¨®n formal en El Cairo de los negociadores palestinos. Es cierto que Abu Mazen, jefe de la delegaci¨®n palestina, no desminti¨® las declaraciones efectuadas por Peres, en su presencia, sobre una "serie de puntos acordados", pero tampoco las confirm¨®.

Rabin afirma que en el futuro ser¨¢ necesario hacer firmar a los palestinos todo acuerdo o fragmento de acuerdo alcanzado, para que no puedan retractarse. Sim¨®n Peres considera esto rid¨ªculo y, especialmente, poco pr¨¢ctico, debido a que Arafat tiene, en definitiva, que aprobar cada coma del acuerdo. "Me niego a disgustarme por cada borrador aceptado o no", afirma Peres.

Cuesti¨®n de prestigio

Como se ve, no hay desacuerdo en el fondo sino en la manera de proceder. Peres, no est¨¢ dispuesto a congelar todo el proceso de paz por cuestiones de prestigio.El entorno de Rabin est¨¢ convencido de que Arafat terminar¨¢ por inclinarse. La raz¨®n: cada d¨ªa que pasa sin acuerdo y, por tanto, sin el inicio de la retirada de las tropas israel¨ªes, la figura de Arafat se debilita tanto entre sus seguidores, como dentro de los territorios ocupados, en general. De hecho, Abu Mazen ya ha puesto en cuesti¨®n su liderazgo. El l¨ªder de la delegaci¨®n palestina en la conversaciones de paz, Haidar Abdel Shaft exige m¨¢s democracia y una direcci¨®n colectiva, algo que Arafat parece haber aceptado en principio. Seg¨²n fuentes palestinas en T¨²nez, citadas por la agencia Efe, Arafat est¨¢ de acuerdo en "democratizar, todav¨ªa m¨¢s" las estructuras dirigentes de la OLP. A¨²n as¨ª, los l¨ªderes j¨®venes de la Intifada rechazan devolver las llaves de sus despachos a los viejos bur¨®cratas de la OLP en Gaza, todos designados por Arafat, a lo que hay que sumar las dimisiones de veinte l¨ªderes de Al Fatah, entre ellos Hanan Asliraui, exportavoz de la delegaci¨®n palestina en las negociaciones de Washington.

M¨¢s grave a¨²n, todo retraso en la firma del acuerdo que debe permitir el traspaso de poderes del Ej¨¦rcito israel¨ª a la administraci¨®n palestina, aumenta la desesperaci¨®n de la poblaci¨®n palestina y refuerza la oposici¨®n radical a Arafat, sobre todo de Ham¨¢s.

En medios cercanos a Peres se indica que los peligros que corre Arafat son los mismos que podr¨ªa padecer Israel. Si Arafat y AI Fatah son suplantados por los fundamentalistas de Ham¨¢s, ?con qui¨¦n negociar¨¢ Israel?