La Iglesia mexicana pide al Gobierno que no emplee la violencia y escuche "al pueblo que sufre"

La Iglesia cat¨®lica mexicana ha pedido al Gobierno "que no intente reprimir violentamente" el alzamiento de Chiapas, que es "la voz de la desesperaci¨®n de un pueblo que sufre". Un comunicado de la Conferencia del Episcopado pide que se atienda ese clamor y no se minimicen los hechos, que podr¨ªan ex tenderse a otras zonas del pa¨ªs donde la pobreza "es atroz". El vicario general de la di¨®cesis de Chiapas, Gonzalo Ituarte, rechaz¨® las declaraciones oficiales que implican a su Iglesia de la sublevaci¨®n: "Se nos calumnia para ocultar la injusticia social que clama al cielo"

El comunicado, firmado por el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Ram¨®n God¨ªnez Flores, lamenta el alzamiento, pero afirma que lo sucedido "no es un hecho simplemente de violencia ni de contenido exclusivamente pol¨ªtico. Es una voz del pueblo que sufre". El texto se?ala que los campesinos e ind¨ªgenas levantados en armas presentan un pliego de peticiones antiguas y nunca satisfechas: desarrollo agr¨ªcola, asistencia sanitaria y educativa, democracia y justicia. "Ellos mismos han dicho que no se trata de una guerra para destruir, sino para edificar una patria mejor. La paz siempre estar¨¢ en peligro mientras haya personas y familias que se vean obligadas a luchar por su misma supervivencia", prosigue el comunicado.

Para la Iglesia, la soluci¨®n al conflicto empieza por "escuchar el clamor" de "estos hermanos" e iniciar un di¨¢logo paciente. El comunicado insiste en la oferta mediadora lanzada por la Di¨®cesis de Chiapas. "Quienes tienen autoridad", dice la nota, "deben estar atentos para descubrir el sentido de estas voces y no tratar de reprimirlas violentamente".

Ya en conversaci¨®n con periodistas, God¨ªnez Flores insisti¨® en este punto: "La represi¨®n podr¨¢ silenciar a los hombres que caigan muertos, pero no lo podr¨¢ hacer con la inconformidad de un pueblo que tiene necesidades".

La reacci¨®n de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica mexicana, de tendencia conservadora, ha coincidido plenamente con la de la di¨®cesis de Chiapas, ¨²nico Estado donde ha arraigado la teolog¨ªa de la liberaci¨®n. La actitud combativa de esta di¨®cesis en favor de los derechos de los ind¨ªgenas ha provocado roces continuos con las autoridades pol¨ªticas, que mantienen, en palabras del vicario general de la di¨®cesis, Gonzalo Ituarte, "una situaci¨®n colonial". En declaraciones a EL PA?S, Ituarte rechaz¨® las declaraciones oficiales que implican a la Iglesia en el levantamiento. "Son calumnias que se han levantado contra la di¨®cesis para ocultar una realidad de injusticia social que clama al cielo. En la di¨®cesis hemos denunciado durante los ¨²ltimos 34 a?os la injusticia, la opresi¨®n, la situaci¨®n de extrema miseria, la marginaci¨®n y el desprecio con que se trata a nuestros hermanos ind¨ªgenas. Esto lo seguiremos haciendo porque revelar la verdad es un servicio de la Iglesia".

"Si por denunciar una situaci¨®n se nos acusa de ser su causa, esto constituye un error grav¨ªsimo y una desorientaci¨®n para el pueblo y las autoridades que no contribuyen, en absoluto, a la soluci¨®n de los problemas", a?adi¨® Ituarte.

El vicario explic¨® que el Gobierrio federal ha vivido de espaldas a los problemas de este Estado. "Muchas veces, las personas que tienen la potestad de tomar decisiones cuentan con informaci¨®n equivocada. Creen que los programas de gobierno ya solucionaron problemas que siguen existiendo". Los "problemas" se resumen en la carencia de tierras, algo vital para los ind¨ªgenas, y unas condiciones de vida infrahumanas. "En los o¨ªdos sordos al clamor ind¨ªgena por tener un nivel de vida m¨¢s digno radica la polarizaci¨®n de los zapatistas, que en alg¨²n momento vieron agotada la vida pac¨ªfica para resolver sus necesidades, a pesar de que en la di¨®cesis insistimos en que s¨ª hay caminos viables para la soluci¨®n de la problem¨¢tica local, que ya no pueden seguir ignor¨¢ndose".