Pasajeros supervivientes de dos sabotajes
Varios viajeros de Renfe han vivido los dos accidentes provocados en Catalu?a
El alba se insin¨²a sobre el mar cuando, en el primer tren de la ma?ana que hace el recorrido entre Blanes y L'Hospitalet, no hay m¨¢s que un comentario: ya son dos. ?Habr¨¢ un tercero? Los pasajeros, que tienen muy presentes los dos sabotajes que en las ¨²ltimas tres semanas ha sufrido esta l¨ªnea f¨¦rrea, evitan quedarse adormilados y estrat¨¦gicamente se sit¨²an en los ¨²ltimos vagones, "al menos parece que son los que tienen menos peligro".Manuel Gonz¨¢lez y Carmen Vila se saludan con un "?Qu¨¦, c¨®mo acab¨® la cosa ayer?". Se conocen de encontrarse a diario en el tren y la madrugada del martes viajaban justamente en el pen¨²ltimo vag¨®n, el que en el momento del accidente estuvo a punto de caer al r¨ªo Tordera. Los dos aseguran que pasaron el miedo justo y es que tanto Manuel como Carmen son ya veteranos en materia de descarrilamientos. Tambi¨¦n vivieron el del 15 de diciembre en el t¨¦rmino municipal de Sant Pol.
"En el vag¨®n viaj¨¢bamos tres personas", comenta Carmen Vila, "una chica que era la primera vez que viv¨ªa un accidente similar y otro hombre y yo que ya ten¨ªamos experiencia. Cuando o¨ª el frenazo y el tren se qued¨® a oscuras ya me imagin¨¦ que se trataba de otro descarrilamiento, aun que en Sant Pol fue un frenazo en seco y de golpe y el de ayer [por el martes], m¨¢s prolongado".
Carmen Vila tiene 40 a?os y vive en Tordera. Desde hace cinco meses se traslada a diario en tren hasta El Masnou donde trabaja. Al igual que Manuel Gonz¨¢lez comenta: "El espanto y el miedo nos vino cuando vimos lo que pod¨ªa haber pasado". El sabotaje se produjo en un puente que atraviesa el r¨ªo Tordera y los vagones estuvieron a punto de despe?arse. Manuel Gonz¨¢lez, que vive en Lloret de Mar y trabaja en la Villa Ol¨ªmpica de Barcelona, comenta: "Esta vez han ido a matar a la gente. Tuvimos mucha suerte de que todo quedase en un susto, de todas formas no dejo de pensar que todo esto es muy misterioso". Manuel entra a trabajar a las ocho de la ma?ana y se ve obligado a coger el tren de las seis en Blanes, "No es que tenga miedo o lo deje de tener, pero intentar¨¦ entrar a trabajar una hora m¨¢s tarde y luego recuperarla de alguna manera para poder coger el segundo tren".
Si Jos¨¦ Vegas pudiese tambi¨¦n evitar¨ªa coger el tren de las seis, pero "la necesidad obliga". Hace dos meses que encontr¨® trabajo en la construcci¨®n en Barcelona y cada d¨ªa se desplaza desde Lloret. Vegas, de 40 a?os, tambi¨¦n ha vivido los dos descarrilamientos y asegura que desde el 15 de diciembre se ha notado un descenso en el n¨²mero de usuarios del primer tren de la costa. A Antonio y a Santi, de 24 y 25 a?os, respectivamente, el descarrilamiento del martes les sorprendi¨® mientras intentaban "echar una cabezadita". Se despertaron de golpe. "Nos imaginamos que otra vez se le hab¨ªan pinchado las ruedas al tren", comenta Antonio.
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