?guilas-gallinas y buitres con v¨®mitos
Los sesenta centros espa?oles de rehabilitaci¨®n de fauna se debaten entre el oportunismo, la falta de medios y su dudosa eficacia
Es algo muy emotivo. Muy humano, dentro de lo animal que es. Ideal para conmover sensibilidades. Los hospitales de animales salvajes -o centros de recuperaci¨®n de fauna aut¨®ctona- han conocido, por eso, a?os de bonanza. "Tienen mucho impacto entre la opini¨®n p¨²blica, conectan muy f¨¢cil con la gente, y de ah¨ª que muchos gobiernos aut¨®nomos hayan querido aprovechar ese tir¨®n y se hayan lanzado a crear estos centros". Es la opini¨®n de Ezequiel Nav¨ªo, ecologista fundador de GREFA (Grupo de Rehabilitaci¨®n de la Fauna Aut¨®ctona) en 1981 y ahora miembro de ADENA."A la gente le encanta saber que existen", sigue Nav¨ªo, "y para las instituciones auton¨®micas de medio ambiente es una f¨®rmula sencilla de crearse una imagen. Lo que empez¨® siendo un empez¨® hecho a fuerza de voluntad de los grupos ecologistas ha sido acaparado ahora por las inversiones p¨²blicas. A veces son simples operaciones de est¨¦tica".
Nav¨ªo destaca que Catalu?a, Andaluc¨ªa y el Pa¨ªs Vasco lo han hecho bastante bien: con medios, inter¨¦s y profesionalidad. En Espa?a hay en total 60 de estos centros; de ellos, 22 est¨¢n agrupados en la Coordinadora Nacional de Centros de Rehabilitaci¨®n (CONCER). Andaluc¨ªa, con diez centros y m¨¢s de 2.000 animales tratados anualmente, es la comunidad mejor surtida.
Carlota Viada, portavoz de CONCER, es m¨¢s cr¨ªtica todav¨ªa: "El principal problema de estos centros es que trabajan al d¨ªa, a lo que va saliendo, sin programas a largo plazo. La inmensa mayor¨ªa funcionan s¨®lo de regular a mal". Ella s¨®lo salva el que la Generalitat catalana tiene en L¨¦rida y el de GREFA, en Majadahonda (Madrid). Destaca el desbarajuste que se ha producido en los ¨²ltimos a?os en la Comunidad de Madrid: "Cualquiera pod¨ªa erigirse como recuperador de fauna y encubrir negocios de todo tipo; incluida la cetrer¨ªa".
40% de curaci¨®n
Las cifras de recuperaci¨®n de animales dadas por la propia coordinadora no son muy alentadoras. En torno al 40% de los animales que llegan vuelven a la naturaleza. Y los que son soltados, ?qu¨¦ pasa con ellos? Hay pocos estudios, pero Carlota Viada cita uno poco alentador, realizado en 1990 por el ICONA: Una de cada dos rapaces que es devuelta a la vida libre muere antes de las seis semanas; especialmente dif¨ªcil lo tienen las aves nocturnas. "Hace falta mucha m¨¢s profesionafidad", concluye la portavoz de CONCER. En este sentido, son los centros especializados -los volcados en una sola especie- los que cuentan con proyectos m¨¢s s¨®lidos; como el que posee el ICONA en la finca de Quintos de Mora (Toledo) para la reproducci¨®n en cautividad del ¨¢guila imperial.Las rapaces son el grupo m¨¢s nutrido de la clientela de estos hospitales. La media de animales que entra en uno de estos centros en un a?o asciende a unos 300 animales, de los que m¨¢s de dos terceras partes son aves.
En el Pa¨ªs Vasco, los centros de recuperaci¨®n de la fauna son competencia de las diputaciones que han optado por subvencionar los centros creados por la iniciativa privada. El centro m¨¢s importante de la comunidad aut¨®noma vasca se encuentra en Garai (Vizcaya), donde la rehabilitaci¨®n de animales protegidos se complet con una funci¨®n did¨¢ctica, in forma Eva Larrauri. Los ejemplares que despu¨¦s de ser sometidos a tratamiento no alcanzan una recuperaci¨®n que garantic su supervivencia en el medio natural son destinados a un zona espec¨ªfica donde pueden ser visitados. Un sistema habitual en estos centros.
Fernando Garc¨¦s, gerente del centro de GREFA en Madrid, conoce perfectamente su limitaciones: "Falta persona especializado, y proyectos con cretos. La mayor¨ªa de las veces se trabaja sobre la marcha, sin perspectiva, cada uno en lo suyo, sin coordinaci¨®n".
Y sigue: "Entre nosotros mismos hay mucho debate, no cuestionamos muchas cosas. Se invierte mucho dinero; y el ¨¦xito de la reintroducci¨®n de especies es muy relativo. Es m¨¢s importante conservar los h¨¢bitat el medio donde viven esos animales; nada se adelanta con recuperar los animales si se deteriora su medio. Pero estos centros son necesarios, porque responden a una demanda social a una sensibilidad de la sociedad y a una ley de 1989 que impide que un particular se quede con un animal de una especie protegida. La gente necesita saber que hay centros donde puede llevar un animal herido y lo van a atender".
Expolio de nidos
Fernando Garc¨¦s reconoce ambi¨¦n que estas instalaciones onstituyen una correa de ransmisi¨®n de educaci¨®n social, de concienciaci¨®n. "En lo diez a?os que llevamos abierto ha habido muchos cambios entre la gente. Ahora, por ejemplo, nos traen much¨ªsimos vencejos heridos, cosa antes impensable", dice. La principal causa de ingreso de animales es el expolio de nidos, seguida de los disparos con armas de fuego y los choques con tendido el¨¦ctricos y atropellos. La mayor parte de las entregas son realizadas por particulares; seguidos de polic¨ªas municipales y Guardia Civil.En un recorrido por las instalaciones de GREFA, un puede encontrarse con un hal con peregrino con salmonella cern¨ªcalos primilla alica¨ªdos, un ¨¢guila ratonera macho que no puede copular porque le falta media ala, un azor que hace de nodriza de cualquier huevo, cig¨¹e?as con muy poca pluma buitres que est¨¢n malitos, a lo que les sientan mal los cad¨¢veres y vomitan (es uno de lo olores m¨¢s horrorosamente f¨¦tidos que existen: el v¨®mito de buitre) y varias ¨¢guilas reales que son como gallinas.
Garc¨¦s cuenta: "Es muy dif¨ªcil generalizar. Cada anima es un mundo. Pero los peores casos son los de impregnaci¨®n. Animales que han convivid mucho tiempo con humanos han perdido sus instintos. Identifican a las personas como de su especie, y desarrollan con la gente las conductas que tendr¨ªan en su comunidad, desde los juegos nupciales hasta el ataque. En esos casos se les a¨ªsla para ver si pierden la impregnaci¨®n. Pero hay casos perdidos".
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