El novio de las fans

El romano de oro, el italiano que ha hecho resurgir las dulces melod¨ªas en la mejor tradici¨®n Cocciante o Tozzi y que ha acu?ado en su persona un verdadero y espectacular fen¨®meno fans, llen¨® el Palacio de Deportes cerrando en Madrid su gira europea. Con la expectaci¨®n creada por su ¨¦xito en las 55 ciudades europeas por las que ha pasado su montaje :esc¨¦nico y su m¨²sica, Madrid ha sido la guinda final de un cantante que llena su manga de ases para suplir sus carencias como compositor e int¨¦rprete.Eros Ramazzotti ha sido uno de los que mejor han sabido adaptarse a un espacio como el Palacio de Deportes y sonar de una manera espectacular; ha sabido rodearse de un conjunto de m¨²sicos que, cada uno en su instrumento, suponen la c¨¢tedra; sabe estar sobre el escenario humilde y sin embargo seductor y, sobre todo, ha dominado una voz nasal y entrecortada haciendo de ella mucho m¨¢s de lo que materialmente es.

Su ¨²ltimo trabajo, Todo historias, ya ha vendido en Espa?a m¨¢s de 200.000 copias, pero ¨¦ste es el s¨¦ptimo disco y desde que comenz¨® su carrera en 1984, ganando el Festival de San Remo con el tema Terra promessa, la aceptaci¨®n en nuestro pa¨ªs siempre ha sido c¨¢lido y los brazos abiertos de sus fans le han colocado en el m¨¢s preciado puesto (le las listas de ventas y del ¨¦xito. Eros Ramazzotti es uno de los cantantes m¨¢s populares fuera del dominante circuito musical angl¨®filo y de momento gran parte del terreno le pertenece.

Gritos apasionados

Con el Palacio de Deportes lleno y entregado a la dulzura, Ramazzotti demostr¨® ser un profesional, dominar el conocimiento de los deseos de sus seguidores, y arrasar en cada canci¨®n manteniendo en pie durante dos horas a un p¨²blico liderado por fans femeninas que corearon casi todo el repertorio y que no olvidaron en ning¨²n momento ofrecer a su ¨ªdolo profusas muestras de entrega con su gritos apasionados, que para eso son fan¨¢ticas y son quincea?eras. Eros lo sabe y, sin embargo, demostr¨® y devolvi¨® a sus seguidoras, en muchos momentos, algo m¨¢s que su cara bortita.El escenario fue una parte fundamental de su ¨¦xito: el dise?o de luces creado por Graziano Bigliardi situaba en el techo del escenario 80 espejos hexagonales que reflectaban las luces repartidas por todo el espacio. M¨¢s de 200 personas trabajaron durante el concierto para que todo funcionara, as¨ª que la imperfecci¨®n resultaba casi imposible. Todo funcion¨® como un reloj.

Ramazzotti se entreg¨® a su p¨²blico, despleg¨® sus artes en la dulzura y se explay¨® con pasajes m¨¢s duros cogiendo la guitarra en algunos temas y demostrando sus habilidades en los punteos En contra de lo esperado, cant¨® en su idioma, lo cual fue muy de agradecer pues sus melod¨ªas se redondean sin perder el acento original de su m¨²sica. Introduciendo, sin embargo, alguna que otra incomprensible palabra en castellano, como regalo a un p¨²blico entusiasta que le eligi¨® como el ¨²ltimo y mejor novio de las fans.