Fondo rico, fondo pobre
La crisis de Banesto ha vuelto a plantear la pol¨¦mica sobre el reflotamiento de los bancos con problemas. Desde que se inici¨® la crisis del sistema financiero espa?ol, a finales de los setenta, grandes y peque?os bancos, cajas de ahorros y cooperativas de cr¨¦dito han mantenido una fuerte discusi¨®n sobre si hay que reflotar o dejar caer a las entidades con problemas y sobre qui¨¦n tiene que aportar los fondos para su reflotamiento.Durante a?os, los bancos grandes se han quejado de tener que pagar dinero para salvar a los medianos y peque?os. Algunos banqueros han pedido insistentemente que se aplique la ley del mercado. Pero ahora la cosa es diferente; el que est¨¢ en crisis es uno de los grandes, y. los medianos y peque?os se est¨¢n tomando su peque?a revancha.
La crisis de Banesto es muy superior a todas la anteriores, con unas necesidades patrimoniales que superan ampliamente el medio bill¨®n de pesetas. En estas circunstancias los grandes bancos han planteado al Banco de Espa?a la posibilidad de que las cajas colaboren en el saneamiento. Una propuesta que rompe todos los esquemas anteriores, ya que tradicionalmente los bancos han ayudado a los bancos, las cajas a las cajas y las cooperativas de cr¨¦dito a las cooperativas de cr¨¦dito. De hecho, existen tres fondos de garant¨ªas de dep¨®sitos diferentes para cada tipo de entidades.
El globo sonda lanzado por algunos banqueros de que el FGD de bancos pedir¨ªa ayuda a las cajas ha recibido una dura negativa. Los representantes de las cajas reconocen que su fondo est¨¢ sobrado -tiene un patrimonio cercano a los 200.000 millones de pesetas-, pero alegan que no debe utilizarse para solucionar la crisis de Banesto.
Recuerdan que ese fondo patrimonial se ha conseguido despu¨¦s de 13 a?os de fuertes aportaciones y que ha participado, desde 1980, en 26 operaciones de saneamiento de cajas -pr¨¦stamos, compra de activos, suscripci¨®n de obligaciones perpetuas y asunci¨®n de riesgos-, aportando m¨¢s de 50.000 millones de pesetas, de los que recuper¨® m¨¢s de la mitad. En la actualidad, las cajas de ahorros aportan un 0,3 por mil de sus dep¨®sitos a su fondo -los bancos contribuyen al suyo, con el 1,5 por mil- y tienen invertidos los cerca de 200.000 millones de pesetas de su patrimonio en deuda p¨²blica.
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