Las deudas de Carpanta
El Inem reclama un mill¨®n de pesetas a un jubilado que vive bajo un puente
Hermesindo Otero Otero un jubilado de 63 a?os, no recibe mucha correspondencia. Aparte que est¨¢ solo en la vida, los carteros de Betanzos (La Coru?a) tienen que desplazarse para entreg¨¢rsela a la circunvalaci¨®n de la N-VI, sal tar las bandas met¨¢licas de pro tecci¨®n y llegar hasta debajo del puente que salva la v¨ªa f¨¦rrea Lugo-Ferrol. All¨ª, en su chabola, ha organizado Hermesindo su vida desde hace ocho a?os y all¨ª recibi¨® una notificaci¨®n para presentarse en el Juzgado de lo Social n¨²mero 1 de La Coru?a para responder a una demanda del Inem que le reclama 967.416 pesetas cobradas indebidamente.El pasado jueves, Hermesindo Otero intent¨® en vano explicarle a la juez -que ¨²nicamente le pidi¨® los papeles para fotocopiarlos- que ¨¦l no deb¨ªa nada a nadie. "A m¨ª me pagaron un dinero que me correspond¨ªa, y si hubo un error del Inem, no lo voy a pagar yo. Bien que cobraron cuando yo tuve que pagar", se justificaba, a los periodistas mientras mostraba los documentos. En uno se le comunicaba que, por error, el subsidio mensual de 41.000 pesetas hasta los 65 a?os que le hab¨ªa concedido el Inem en mayo de 1990 deber¨ªa haber sido librado por la Seguridad Social desde que cumpli¨® 60, en septiembre de ese a?o. Le reclaman justo lo percibido durante los dos a?os que la Administraci¨®n tard¨® en descubrir que Otero era "jubilable".
"Si est¨¢n todo el d¨ªa tomando caf¨¦ por turnos en vez de trabajar, que se arreglen entre ellos, pero yo no soy Mario Conde para darles un mill¨®n por la cara. Me amenazaron con un embargo y les dije que se pod¨ªan llevar el puente". Otero no muestra el temor ante la burocracia que se les supone a los vagabundos. Originarlo de Ponteareas (Pontevedra), fue un eficaz pe¨®n del desarrollismo industrial en los a?os sesenta y setenta, cuando trabaj¨® como soldador y electricista en el montaje de empresas por toda la comisa cant¨¢brica, desde la central el¨¦ctrica de Santa Mar¨ªa de Garo?a (Burgos) hasta la factor¨ªa de Al¨²mina de San Cibr¨¢n (Lugo).
En 1986, con 56 a?os, la falta de trabajo le oblig¨® a escoger como techo la N-VI. Desde entonces, s¨®lo ha tenido un contrato de seis meses, en marzo de 1989. "Me dieron el empleo por misericordia, porque ni necesitaban obreros", reconoce Otero sin empacho.
Con todo, aquel contrato le ayud¨® a completar las cotizaciones que necesitaba para optar a unas prestaciones sociales -las que ocasionaron la demanda que le permitieran acceder a una vivienda digna. "El porqu¨¦ sigo viviendo ah¨ª es mi problema. M¨¢s vale no hablar de eso", se evad¨ªa anteayer en el juzgado, mientras se le empa?aba la mirada.
Si Otero escogi¨® un estatus de carpanta, acompa?ado de varios perros abandonados a los que ha dado cobijo, no se ha ido lo suficientemente lejos para eludir el largo brazo de la ley. Adem¨¢s de la reclamaci¨®n por v¨ªa judicial del Inem, el cartero le llev¨® hace d¨ªas el recibo de la tasa de recogida de basuras del Ayuntamiento de Betanzos, aunque la burocracia municipal se ha revelado m¨¢s comprensiva. "Habl¨¦ con el alcalde y me dijo que mi nombre hab¨ªa salido en el ordenador, pero que no me preocupara".
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