La mitad de los estadounidenses padece un trastorno mental en su vida

Casi la mitad de los adultos estadounidenses sufre una enfermedad mental significativa por lo menos una vez en su vida. Y de ellos aproximadamente una tercera parte la sufre cada a?o, seg¨²n una investigaci¨®n dirigida por Ronald C. Kessler, del Instituto de Investigaci¨®n Social de la Universidad de Michigan, hecha p¨²blica el pasado jueves.El estudio descubri¨® desarreglos psiqui¨¢tricos lo suficientemente graves como para recomendar que se realicen tratamientos con mayor frecuencia de lo que hasta ahora se pensaba. Entre los trastornos encontrados figuraban la depresi¨®n grave, esquizofrenia, obsesiones maniacas y delirios, adem¨¢s del abuso de alcohol y de drogas.

La investigaci¨®n, basada en m¨¢s de 8.000 entrevistas, descubri¨® que una persona de cada seis tiene tres o m¨¢s desarreglos, y que estos individuos responden al perfil de la mayor¨ªa de los casos psiqui¨¢tricos. El informe, que ha aparecido en la publicaci¨®n especializada Archives of General Psyciatry, descubri¨® que los trastornos eran m¨¢s frecuentes entre personas con ingresos, m¨¢s bajos y de raza blanca.

Los retrasos mentales o los procesos leves de depresi¨®n o de miedo no fueron incluidos. "Las enfermedades analizadas", dijo Kessler, "incluyen depresiones serias que duran dos semanas o m¨¢s, en las cuales una persona se siente triste, melanc¨®lica y no se interesa en nada. Adem¨¢s muestra s¨ªntomas como perturbaciones del sue?o, pensamientos de suicidio y sentimientos de poco respeto por s¨ª mismo".

Tambi¨¦n se incluye la ansiedad durante seis meses o m¨¢s, un trastorno que hace a la persona preocuparse constantemente por cosas peque?as sin fundamentos objetivos, o se obsesiona por perder su trabajo cuando no hay ninguna raz¨®n para que ocurra. Otros desarreglos incluyen ataques repetitivos de p¨¢nico, con palpitaciones, n¨¢useas, temor s¨²bito sin raz¨®n evidente; fobias, como temores irracionales y profundos a volar o a subir en ascensores, que puede llegar a impedirles aceptar un trabajo.

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