El mundo de las letras rinde un c¨¢lido homenaje a Amparo Soler en los 25 a?os de Cl¨¢sicos Castalia
Que una colecci¨®n de libros cumpla 25 a?os es algo a festejar. As¨ª lo entendieron ayer editores, escritores lectores... Todos cuantos tienen relaci¨®n con el mundo de las letras, con la ministra de Cultura Carmen Alborch, a la cabeza, se dieron cita en el C¨ªrculo de Bellas Artes para festejar el acontecimiento. El acto se convirti¨® en un c¨¢lido homenaje a la fundadora de Castalia, Amparo Soler, que vindic¨® su trabajo como "el m¨¢s bello oficio del mundo".
Muchos fueron quienes tomaron la palabra (los hispanistas Ian Michael y Robert James, elescritor Camilo Jos¨¦ Cela, el acad¨¦mico y director de Cl¨¢sicos Castalia, Alonso Zamora Vicente, el director de la editorial, Federico Ib¨¢?ez, y el cr¨ªtico Miguel Garc¨ªa-Posada) pero quien menos habl¨® y m¨¢s aplausos recibi¨® fue Amparo Soler, Do?a Amparo. Zamora Vicente la defini¨® a la perfecci¨®n: "Do?a Amparo es una mujer que tiene un halo especial, encanto, sabe hacernos rabiar y obedecerla". Pues bien esta mujer fuerte y batalladora ayer se emocion¨®. S¨®lo empezar el acto, con la voz entrecortada, cedi¨® la palabra a Federico Ib¨¢?ez.
Amparo Soler es nieta e hija de impresores. Su padre trabajaba en la imprenta Tipograf¨ªa Moderna que luego se convirti¨® en Gr¨¢ficas Soler, en Valencia.
La empresa sali¨® a subasta y la compr¨®. Amparo ten¨ªa s¨®lo 11 a?os y empez¨® a trabajar con ¨¦l. "Me colocaba al lado del corrector de pruebas y yo le¨ªa y ¨¦l correg¨ªa. No he hecho ning¨²n master, pero as¨ª aprend¨ª". Y tanto aprendi¨® que siendo casi una
ni?a, correg¨ªa las homil¨ªas del arzobispo de Valencia.
Han pasado los a?os y su vocaci¨®n por los libros sigue inalterable. "Siento un gran amor por ellos. En los momentos m¨¢s dif¨ªciles, que los ha habido, el libro me ha acompa?ado siempre".
Do?a Amparo, como los otros participantes en la velada no quiso olvidar al primer director de Cl¨¢sicos Castalia, Antonio Rodr¨ªguez-Mo?inos. "Fue ¨¦l quien me embarc¨® en esta aventura. Le ped¨ª un pr¨®logo para un libro de bibli¨®grafo, El celoso extreme?o. Empezamos a hablar y vimos que no hab¨ªa en Espa?a una buena colecci¨®n de cl¨¢sicos. As¨ª naci¨® la colecci¨®n".
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