Vocaci¨®n de 'bisagra'
El Partido Popular Italiano (PPI), el nuevo grupo con el que Mino Martinazzoli pretende realizar, a partir de la Democracia Cristiana (DC), una transformaci¨®n comparable en muchos aspectos a la que el. Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS) hizo desde el Partido Comunista Italiano (PCI) hace ya tres anos, puede tener hoy en d¨ªa una vocaci¨®n de modesto partido bisagra.Se trata de un pron¨®stico razonable, pues las ¨²ltimas elecciones municipales dieron una proyecci¨®n electoral en torno al 11% para una DC que ahora acaba de perder, por la deserci¨®n de los neocentristas, otro tramo de sus menguadas filas.
El Centro Cristiano Democr¨¢tico (CCD) creado por ¨¦stos, aspira, en cambio, a formar con la Liga y los clubes Forza Italia un partido de agregaci¨®n a la manera del Agrupaci¨®n para la Rep¨²blica (RPR) francesa. Pretende ser el nuevo frente de base contra la izquierda en un mapa pol¨ªtico que ya est¨¢ casi delineado, aunque mantenga importantes inc¨®gnitas.
Parece claro que a las elecciones italianas del pr¨®ximo 27 de marzo concurrir¨¢n cuatro fuerzas principales: un bloque de izquierdas, vertebrado por el PDS, que incluir¨¢ desde los verdes a Refundaci¨®n Comunista; un centro ex democristiano identificado en el PPI; el bloque de derechas y la Alianza Nacional promovida por el ex neofascista Gianfranco Fini.
La principal inc¨®gnita es si el ex democristiano Mario Segni jugar¨¢ finalmente con el PPI, como parece, o con el bloque de la derecha. Ocurre que, en el panorama de una, clase pol¨ªtica devastada por la justicia, Segni es la ¨²nica personalidad con proyecci¨®n nacional. Por ello, si formara bloque con el PPI, el empresario Silvio Berlusconi se presentar¨ªa candidato, para no dejar la representaci¨®n individual del bloque de derechas a un Umberto Bossi, que es una figura inc¨®moda fuera de Lombard¨ªa. No obstante, Berlusconi seguir¨¢ intentando hasta el final que toda la derecha vaya unida a las urnas.
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