Entre Quijote y Pilatos
El presidente de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Luis Carlos Croissier, fue blanco ayer de la ya cl¨¢sica cr¨ªtica del Partido Popular, para quien nuestro hombre deber¨ªa ser en ¨¦ste pa¨ªs un Quijote que lanza en ristre ayuda a meter en la c¨¢rcel a todos los especuladores, banqueros heterodoxos y estafadores que pululan en el mercado. El Quijote fue realista y, quiz¨¢ por ello, se le vio cierta resignaci¨®n e impotencia.Seg¨²n explic¨®, ninguna instituci¨®n puede evitar los males siempre que haya administradores dispuestos a manipular la contabilidad de su empresa y auditores incapaces de ponerlo de manifiesto". En otros t¨¦rminos, la CNMV no puede certificar la veracidad de la informaci¨®n que registran las entidades financieras.
Croissier no narr¨® sus desventuras a la hora del registro del folleto de la ¨²ltima ampliaci¨®n de capital de Banesto, a fin de que el llamado disclosure (revelaciones) de la entidad tuviera una amplitud pocas veces vista en ¨¦ste pa¨ªs cuando se trata de una gran entidad. Destac¨® eso s¨ª la informaci¨®n que fue incluida despu¨¦s... de una dura pelea verbal entre la CNMV y los ex administradores de Banesto y J.P. Morgan. La discresi¨®n le impidi¨® usar a su favor esta peque?a historia.
Y a¨²n cuando las noticias negativas son legi¨®n en el folleto, hay que decir todav¨ªa una cosa elemental: el p¨²blico, los inversores, no se leen los mamotretos que son registrados a diario en la CNMV. El lenguaje contable que suelen emplear es tan oscuro que requiere unas dotes de investigaci¨®n, paciencia y resistencia al aburrimiento excepcionales.El Banco de Espa?a, como ya es sabido, logr¨® que los ex administradores fueran haciendo un streap-tease gradual de la situaci¨®n patrimonial de- Banesto, seg¨²n qued¨® patente en noviembre de 1992, cuando el banco emisor y el banco inspeccionado acordaron un plan de saneamiento. Bast¨® dicho plan para que Price Waterhouse tuviese una coartada estupenda cuando los ex administradores le suplicaron misericordia. Eso significaba lo de siempre: una auditor¨ªa limpia. Fue as¨ª como Price Waterhouse extendi¨® el certificado de limpieza.
En su informe, en el punto 2, Price Waterhouse hace referencia al Banco de Espa?a y su capacidad para "autorizar tratamientos espec¨ªficos como los desarrollados en la nota 3 ". Y entonces cuando uno va a la nota 3, no dice lo que deber¨ªa decir, esto es, que Banesto ten¨ªa necesidades de saneamiento o problemas del orden de 147.000 millones de pesetas. No. En cambio, hay siete p¨¢ginas sobre "principios de contabilidad y normas de valoraci¨®n aplicados".
En el folleto se habla de problemas, pero tampoco aparece la cifra de los 147.000 millones -as¨ª de claro- que el Banco de Espa?a y Banesto establecieron como d¨¦ficit para el a?o 1992, mientras la inspecci¨®n continua ba buceando. Ese dato hubiese debido figurar tal cual. Pero Price Waterhouse ya hab¨ªa hecho como Poncio Pilatos en su auditor¨ªa. Pod¨ªa haberlo hecho mejor: poniendo la cifra para que todo el mundo se enterase. Pero prefiri¨® ser un auditor comprensivo con su cliente. Lo que falla, por tanto, no son, como escriben algunos editorialistas de peri¨®dicos extranjeros, las normas de contabilidad espa?olas. EI Iavado de manos de Price y otros auditores no tiene excepciones nacionales o geogr¨¢ficas. Ocurre en los pa¨ªses m¨¢s desarrollados.
En cuanto a la CNMV, quiz¨¢ deber¨ªa ser dotada de mayor fuerza pol¨ªtica y medios t¨¦cnicos para profundizar su actividad. Y last but not least, el subgobernador del Banco de Espa?a, es miembro del consejo de la CNMV. En este punto la lecci¨®n es ¨¦sta: ser¨ªa necesario profundizar las relaciones entre ambos organismos para lograr una acci¨®n preventiva m¨¢s eficaz, que supere los l¨ªmites de una colaboraci¨®n limitada a la suspensi¨®n de cotizaci¨®n/ intervenci¨®n.
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