La inmersi¨®n catalana de la infanta Cristina

La infanta Cristina de Borb¨®n contin¨²a su inmersi¨®n en Catalu?a, donde trabaja y vive gran parte de su tiempo. Ayer visit¨® el parque natural del Montseny, donde las diputaciones provinciales de Barcelona y Gerona la invitaron para que conociera un paisaje cuyas 30.000 hect¨¢reas constituyen el enorme pulm¨®n verde del ¨¢rea de Barcelona.La infanta estudia catal¨¢n, trabaja en la Fundaci¨®n La Caixa y, como no pod¨ªa ser de otra forma, cada vez son m¨¢s los barceloneses que comentan que un d¨ªa u otro la han visto aqu¨ª, o all¨¢. Los gestores del parque, que son las diputaciones de Barcelona y Gerona, invitaron ayer a la infanta a un mirador desde el que se pueden contemplar el Tur¨® de l'Home (1.712 metros), el punto m¨¢s alto del macizo; el perfil del Pla de la Calma, y, aunque el d¨ªa estaba brumoso, el Vall¨¦s.

Luego asisti¨® al primer pase de un audiovisual que narra la antigua relaci¨®n del hombre con el Montseny. El acto ten¨ªa el calor humano que le daba la ausencia de protocolo y la presencia de unos 40 escolares, al caldes y concejales de los municipios de la zona y personal del servicio del parque.

Todo fue discreto y afable. Sal¨ªa la infanta de la sala donde se proyect¨® el audiovisual y un grupo de se?oras arrancaron un aplauso mientras una de ellas exclamaba: "Aquesta es barcelonina", en alusi¨®n a su residencia.

La inmersi¨®n catalana de la infanta surte este efecto. Los breves parlamentos del acto se realizaron en catal¨¢n. Tanto el del atribulado alcalde de Fogars de Moncl¨²s, que recib¨ªa a los visitantes, como el del presidente de la Diputaci¨®n de Barcelona, Manuel Royes. ?ste agradeci¨® el inter¨¦s de la infanta por un parque natural que la Unesco ha declarado reserva de la biosfera y que las, administraciones catalanas pretenden mantener fuera de la presi¨®n urbanizadora.En el efectista audiovisual que a partir de ahora ver¨¢n muchos de los 1,2 millones de visitantes que el Montseny recibe anualmente aparece un solo Borb¨®n, y es precisamente Carlos Mar¨ªa Isidro, el frustrado pretendiente a la corona que se convirti¨® en fundador de la rama carlista.

Carlos aparece en el audiovisual porque un paraje del Montseny, Collformic, fue escenario el siglo pasado de un sangriento hecho cuyo recuerdo a¨²n perdura. Los carlistas de Viladrau fusilaron all¨ª en una sola tarde a 100 liberales que hu¨ªan de Vic.

Pero ayer no se hablaba de estas cosas, por supuesto, sino del inter¨¦s de la infanta por la preservaci¨®n del medio ambiente y su proximidad humana a Catalu?a. Mientras, ella sonre¨ªa, asintiendo.