En el teatro total
La ¨²ltima vez que le vi ya era mayor; hac¨ªa un papel insignificante y mudo en una obra que ¨¦l mismo dirigi¨®: con su talento de mimo pod¨ªa haber preparado un alarde, pero precisamente por ello se limit¨® a pasar por el escenario como un figurante: para no romper la continuidad con su divismo (y no es que no lo fuera: esa humildad era un divismo que el p¨²blico premiaba con arrebato) la armon¨ªa de la representaci¨®n.Ya hab¨ªa remontado la segunda parte de su carrera: hab¨ªa sido director de un teatro nacional -el Od¨¦on-Th¨¦atre de France- desde 1959; en 1968 lo tomaron los estudiantes de la revoluci¨®n de mayo y primero se situ¨® contra ellos, por la tradici¨®n de que las representaciones no se han de interrumpir y por su tesis de que "el teatro no divide, sino que une a todos"; acept¨® despu¨¦s el alcance de la situaci¨®n y se sum¨® a los rebeldes, por lo cual fue luego represaliado y destituido. Tuvo que volver a empezar como un actor privado, despu¨¦s de haber quedado mal con todos.
Arranc¨® entonces con una carpa ambulante, luego un teatro m¨®vil y se instal¨® en el Rond-Point, que hoy se llama con el nombre de la cabecera de cartel de su compa?¨ªa: Renaud Barrault (su mujer era Madeleine Renaud). Los ejes de su vida fueron heter¨®clitos: Claudel (su grandiosidad de oropel sus escenarios espectaculares), Artaud (tom¨® de ¨¦l la definici¨®n de "atleta afectivo" para el actor) y la esencia del mimo que aplicar¨ªa en toda su carrera (debut¨® con Mientras yo agonizo, sobre Faulkner, hizo el papel de mimo en la pel¨ªcula Les enfants du paradis).
Nunca dej¨® de unir la teor¨ªa al acto: publicaba unos famosos Cahiers y expresaba sus ideas: la vida es el lenguaje del cuerpo, el teatro es un acto de amor, el director debe hacer el teatro total (no s¨®lo en el empleo de todos los medios posibles de luz, m¨²sica, danza, palabra y gesto, sino en el de poder ir desde los antiguos hasta las vanguardias: Jarry o lonesco, del que hizo Rinoceronte). De su ilusi¨®n de perdurar dan idea los t¨ªtulos de sus dos libros: Recuerdos para ma?ana, Adoptar el presente.
Babelia
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