EEUU reitera que la lucha contra la inflaci¨®n debe ser la prioridad de Moscu

La primera reacci¨®n oficial de Washington a los cambios producidos en los ¨²ltimos d¨ªas en el equipo econ¨®mico del Gobierno ruso la manifest¨® ayer el embajador especial norteamericano para Rusia, Strobe Talbott, quien advirti¨® que la lucha contra la inflaci¨®n debe seguir siendo el principal objetivo del Gobierno presidido por Bor¨ªs Yeltsin.La declaraci¨®n de Talbott, la mayor autoridad en la materia en Washington, recoge la preocupaci¨®n norteamericana de que la salida de piezas claves del equipo econ¨®mico de los dos ¨²ltimos a?os suponga tambi¨¦n un frenazo para las reformas emprendidas por Mosc¨² en el pasado, en contra de las promesas que recibi¨® el presidente Bill Clinton en su reciente visita. En un informe ante el Senado, Talbott declar¨® que "el Gobierno y el pueblo rusos deben de entender que el control de la inflaci¨®n es la prioridad objetiva para garantizar el bienestar de los ciudadanos".

El embajador norteamericano a?ade, en un intento de evitar que la econom¨ªa rusa se oriente hacia medidas menos libremercadistas que en el pasado, que "la responsabilidad monetaria y fiscal no son s¨®lo virtudes econ¨®micas abstractas, sino que constituyen un imperativo pol¨ªtico". El alto funcionario estadoun¨ªdense sugiere que la ayuda econ¨®mica exterior va a depender en gran medida de la profundidad con que se mantenga la pol¨ªtica econ¨®mica que representaban Yegor Gaidar y Bor¨ªs Fi¨®dorov, el dimisionario ministro de Finanzas.

Strobe Talbott asegura en ese mismo informe que, como consecuencia de los resultados de las ¨²ltimas elecciones legislativas en Rusia, los reformistas rusos sufrieron "un retroceso", pero "no fueron eliminados" del panorama pol¨ªtico de ese pa¨ªs.

Papel mojado

La Administraci¨®n norteamericana ha sido hasta ahora muy prudente al juzgar los cambios ocurridos en el Gobierno de Yeltsin, con el objetivo de no dar la impresi¨®n de intromisi¨®n en los asuntos internos rusos, pero es evidente el temor que existe en Washington a que todo lo hablado por Clinton y Yeltsin sobre la necesidad de mantener las reformas hacia el libre mercado quede en papel mojado.Funcionarios norteamericanos han explicado que la Casa Blanca esperaba la salida de Gaidar, cuya dimisi¨®n se anunci¨® un d¨ªa despu¨¦s de que Clinton abandonase Mosc¨². Pero caus¨® gran sorpresa y malestar la renuncia, unos d¨ªas despu¨¦s, de Fi¨®dorov.

Para EE UU eran tan importante su presencia en el Gobierno, que, durante sus discursos en Mosc¨², Clinton y los miembros de su Administraci¨®n se refirieron expl¨ªcitamente a las cualidades del equipo que hab¨ªa conducido la pol¨ªtica econ¨®mica hasta ese momento. "Es decepcionante", comenta un alto funcionario norteamericano implicado en las relaciones con Rusia.