Faltan muchas cintas

Hay dos partes del sumario que se mantienen bajo siete llaves, pese al levantamiento, del secreto: los documentos secretos del Cesid incautados al coronel Fernando Rodr¨ªguez, supuesto jefe de la red, y las cintas con escuchas ?legales encontradas en su despacho y en otros locales.El conocimiento de la existencia de las cintas hizo temblar a empresarios y pol¨ªticos. Ahora, tanto su n¨²mero un centenar de horas de grabaci¨®n- como la identidad de las personas espiadas parecen elementos tranquilizado res Los tel¨¦fonos pinchados pertenecen a Javier Gimeno, Rafael Jim¨¦nez de Parga y Manuel Mart¨ªn Ferrand -los tres han sido D son directivos de Antena 3-, Alberto Garrof¨¦ y Carlos Fajardo -ambos ex empleados de La Vanguardia-; y Carlos P¨¦rez de Rozas, director adjunto del mismo diario.

Pero no son las ¨²nicas cintas existentes, y de ello est¨¢n convencidos todos los que han intervenido en la operaci¨®n para desarticular la trama. Del propio contenido de las escuchas que practic¨® la polic¨ªa se dedude que los detenidos conoc¨ªan con detalle muchas de las charlas que mantuvieron importantes empresarios de Prensa.

Y otro dato inquietante. Durante su estancia en Barcelona, el coronel Rodr¨ªguez se hospedaba en el hotel Calder¨®n. Sus facturas, de unas 600.000 pesetas mensuales, corr¨ªan a cargo de La Vanguardia.

Pero La empresa de segur?dad del hotel es Checking, S A, uno de cuyos propietarios es el ex comisario Francisco ?lvarez, ex jefe de Jos¨¦ Amedo y Michel Dom¨ªnguez, los dos polic¨ªas condenados por su relaci¨®n con los GAL. La empresa de ?lvarez, domiciliada en Barcelona, ya fue investigada por la polic¨ªa en busca de otras posibles tramas de escuchas privadas.