Taxi libre para el chucho

Los propietarios de los canes pueden llevar consigo al chucho en un taxi, siempre que el con ductor acepte; a cambio le cobra r¨¢n un suplemento. Para evitar discutir con el taxista, si se solicita un coche por tel¨¦fono, es aconsejable especificar que se pretende transportar al animal. Los perros tienen. vedado el autob¨²s y el metro.Los trenes s¨®lo los admiten en los coches cama o como equipaje en el vag¨®n de mercanc¨ªas. Iberia acepta perros de menos de seis kilos en la cabina de pasajeros, dentro de una bolsa adecuada. Los m¨¢s grandes deben ir en la bodega.

Los lazarillos -en Madrid hay unos cincuenta- disfrutan de todos los privilegios y tienen derecho a acompa?ar a sus due?os invidentes donde quiera que vayan y adem¨¢s no pagan billete. Todos los canes pueden entrar en los cafeter¨ªas y- restaurantes si los responsables del local no se oponen.

Lo mismo rige para hoteles y pensiones, pero est¨¢ expresamente prohibido que entren en comercios de alimentaci¨®n. Tampoco se les permite ir al cine, al teatro o a espect¨¢culos. deportivos, ni a las piscinas.

Si un can se pierde entre el asfalto y le cazan los laceros, el propietario tiene derecho a recuperar a su animal. Pero debe acreditar que es su due?o (los responsables de la perrera municipal no suelen ser demasiado quisquillosos) y pagar los gastos.