Carro?eros
En un documento atribuido a los neofascistas espa?oles se expone la estrategia para el asalto al poder, aprovechando las ventajas operativas del sistema democr¨¢tico liberal, para llegar a reinstaurar una democracia org¨¢nica. Casi 20 a?os despu¨¦s de la muerte de Franco, el neofascismo espa?ol quiere desfranquizarse definitivamente y buscar en las fuentes filos¨®ficas antiigualitaristas y neotradicionalistas la base de un planteamiento pol¨ªtico que se aproveche de las crisis del neocapitalismo. En tiempos de crisis irreversible de la idea de progreso basada en la creencia del crecimiento continuo material y del esp¨ªritu, el pesimismo nihilista y disgregador ser¨ªa un excelente caldo de cultivo para convertir al sistema democr¨¢t¨ªco en el chivo expiatorio del mal fin de siglo.El documento citado puede no existir, o ser falso, o haber sido redactado por alg¨²n soci¨®logo del r¨¦gimen para asustar a la sociedad civil descontenta. Pero tambi¨¦n puede ser real, y de hecho est¨¢ impl¨ªcito en el discurso neofascista europeo. En Europa desde el fin de la II Guerra Mundial y en Espa?a desde la aprobaci¨®n de la Constituci¨®n de 1978, no se hab¨ªan producido condiciones objetivas y subjetivas tan proclives a nostalgias totalitarias frente a tanta fragmentaci¨®n, disciplinarias frente a la et¨¦rea y c¨ªnica disciplina del mercado en todas sus formas. Hemos de asumir que hasta ahora la mejor forma de racionalizaci¨®n de la conducta social se parece bastante a la de un Estado asistencial en el que el cerebro distributivo impide la irracionalidad salvaje del mercado. Y ese cerebro distributivo lo han aportado las izquierdas, repito el plural, las izquierdas, sean partido, o movimientos sociales. No veo otro sujeto racionalizador alternativo, mientras que s¨ª veo el vuelo de los carro?eros sobre la l¨ªnea del cielo de la ciudad democr¨¢tica.
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