Bu?uel, el ojo del siglo
El museo de Bonn re¨²ne toda la filmograf¨ªa del director espa?ol
En un premonitorio acto surrealista, los tranv¨ªas de Bonn han cambiado de aspecto. En grandes letras blanquinegras se anuncia, a lo largo de los vagones rojos -?Bu?uel! Ojo del sigl¨®-, la gran retrospectiva cinematogr¨¢fica que a partir de hoy tendr¨¢ lugar en el Ausstellungshalle de Bonn. Por primera vez en la historia del s¨¦ptimo arte se logra reunir todas las cintas del cineasta aragon¨¦s. Para mostrar "su rango de ojo del siglo", las im¨¢genes del cine de Bu?uel son contrapuestas a obras y documentos de contempor¨¢neos, a menudo amigos del artista, como Alberto Giacometti, Salvador Dal¨ª, Ren¨¦ Magritte, Man Ray o Max Ernst. La muestra viajar¨¢ posteriormente a Par¨ªs y Barcelona.
La obra completa de Bu?uel, de 1929 a 1977, desde sus primeras pel¨ªculas revolucionarias pasando por la serie comercial espa?ola al melodrama mexicano y a la ¨²ltima fase franco-espa?ola, ser¨¢ proyectada en Bonn a lo largo de los pr¨®ximos tres meses, a ritmo de tres sesiones diarias y en el mejor estado posible, ya que se han realizado copias nuevas de todas las cintas.La pel¨ªcula L'?ge d'or, de 1930, que fue prohibida en su tiempo, se repetir¨¢ todos los d¨ªas y las dem¨¢s pel¨ªculas se alternar¨¢n. Las versiones originales, francesas, espa?olas, mexicanas, al igual que la ¨²nica producci¨®n en ingl¨¦s, The young one (Lajoven), de 1960, se han subtitulado en alem¨¢n con un sistema innovador que no perjudica la percepci¨®n completa de las im¨¢genes.
El subt¨ªtulo de la retrospectiva, Ojo del siglo, evidentemente despierta el recuerdo de la famosa escena de Un perro andaluz, en la que un ojo es cortado por una navaja de afeitar. Esta obra de 1929, fruto de la cooperaci¨®n entre Dal¨ª y Bu?uel, de 24 minutos de duraci¨®n, ser¨¢ mostrada en sesi¨®n continua dentro de la exposici¨®n complementaria, que pretende probar que este acto de violencia "visual" es un tema recurrente del arte de la ¨¦poca.
La cinta surrealista surgi¨® de la idea de unir dos sue?os de una misma noche en una pel¨ªcula. El sue?o de Bu?uel fue el ojo cortado y el de Dal¨ª una mano llena de hormigas. La sencilla regla creativa fue el no permitir ninguna imagen que tuviera alguna explicaci¨®n razonal, cultural o psicol¨®gica, para poder abrir del todo "Ias puertas a lo irracional", como explica Bu?uel en su autobiograf¨ªa Mi ¨²ltimo suspiro, de 1982. Bu?uel quiso mostrar, con esta obra, su acuerdo con las reivindicaciones y m¨¦todos del surrealismo.
Deseo y muerte
Yasha David, el organizador art¨ªstico del proyecto, resalta en el aragon¨¦s universal su constante exploraci¨®n "de la dimensi¨®n m¨ªstica de la realidad humana". En b¨²squeda del subconsciente del hombre, de sus sue?os y abismos, el artista vuelve a hacer las eternas preguntas: "?Por qu¨¦ ama el hombre, por qu¨¦ crea y asesina?". La exposici¨®n que acompa?a a la retrospectiva re¨²ne obras ejemplares adem¨¢s de objetos y documentos personales de los vanguardistas, y descansa sobre tres pilares tem¨¢ticos: visi¨®n, deseo y muerte. En ella, la iconograf¨ªa bu?ueliana es contrastada con la de su entorno parisino. Un coloquio interdisciplinario y un libro sobre el cineasta en su contexto hist¨®rico-cultural ampliar¨¢n la mirada sobre la obra de Bu?uel."El filme impresion¨®, desconcertando a muchos y estremeciendo a todos en sus asientos, aquella imagen de la luna partida en dos por una nube que conduce inmediatamente a la otra, tremenda, del ojo cortado por una navaja de afeitar" , es el relato del joven Rafael Alberti que en 1929 presenci¨® el estreno de la cinta en el Cine-Club de Madrid.
Cuando el "maestro del arte posmoderno", Gerhard Richter, que promovi¨® en los a?os sesenta el "realismo capitalista", expone al mismo tiempo y en el mismo museo estos supuestamente pol¨¦micos ¨®leos titulados 18 de octubre de 1977, que documentan la muerte de los terroristas del RAF, la fracci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo, pintados a m¨¢s de 10 a?os de los sucesos en anticolores grises y como fotos borrosas, ?qui¨¦n se estremece?
Soporte fotogr¨¢fico.
Richter con su uso brillante del soporte fotogr¨¢fico incorporado al arte, al igual que el cine, por los surrealistas hace d¨¦cadas, reproduce este tema f¨²nebre en 1988 y a¨²n hoy se complace en que "entonces era sensacional que alguien pintara esto". El poder convulsivo de Richter es tal que la retrospectiva de 1994 se realiza a 200 pasos del recinto gubernamental y en un museo considerado "el legado cultural del canciller conservador Helmut Kohl".Para volver a La arboleda perdida, Bu?uel explic¨® en el estreno que la pel¨ªcula expresa "un desesperado, un apasionado llamamiento. al crimen". Fue un intento de provocaci¨®n en una sociedad caduca, que Bu?uel calificar¨ªa de "putrefacta". Es lamentable que la exposici¨®n de Richter finalice en unos d¨ªas, ya que la coincidencia de ambos creadores permite interesantes comparaciones.
Las m¨²ltiples actividades del museo no acaban aqu¨ª. Hoy tambi¨¦n comienza una muestra de la obra fotogr¨¢fica del franc¨¦s Eli Lotar, quien en la pel¨ªcula de Bu?uel Tierra sin pan, de 1933, ejerci¨® de c¨¢mara del maestro de Calanda.
En este acontecimiento tampoco falta la m¨²sica. Un grupo folcl¨®rico de Calanda har¨¢ sonar en el museo los famosos tambores de Viernes Santo, que para Bu?uel ten¨ªan "una fuerza enigm¨¢tica e irresistible", y que su hijo Juan Luis ha documentado en el cortometraje Calanda (1966), que tambi¨¦n se proyectar¨¢ en Bonn. Se podr¨¢ disfrutar de la legendaria pel¨ªcula Un perro andaluz, en una versi¨®n restaurada con el lujo adiccional de la "banda sonora" del compositor italiano Mauricio Kagel, quien ma?ana dirigir¨¢ personalmente a la Orquesta Radiof¨®nica del Sarre. La retrospectiva permanecer¨¢ abierta hasta el 24 de abril.
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