Las motoras volver¨¢n a navegar en San Juan

Las lanchas a motor volver¨¢n a dejar sus estelas en la l¨¢mina de agua del pantano de San Juan este verano. Un edicto de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo levanta la prohibici¨®n que les imped¨ªa la navegaci¨®n desde hace m¨¢s de dos a?os. Los ayuntamientos de San Mart¨ªn de Valdeiglesias y de Pelayos de la Presa, los dos municipios a los que pertenece el ¨²nico pantano navegable de la regi¨®n, se han mostrado satisfechos de la decisi¨®n. Sin embargo, Aedenat ha calificado la medida de "absoluta irresponsabilida".

Tanto San Mart¨ªn como Pelayos son pueblos que basan su econom¨ªa en el sector tur¨ªstico que se ha desarrollado alrededor del pantano. Desde que el 16 de enero de 1992 entr¨® en vigor la prohibici¨®n de navegar a motor han visto peligrar sus econom¨ªas. As¨ª que la noticia de que hasta un m¨¢ximo de 500 embarcaciones a motor podr¨¢n navegar en el embalse ha generado alivio y expectativas.Los dos ayuntamientos llevaban meses de conversaciones con la Confederaci¨®n para con eguir la anulaci¨®n de la prohibici¨®n. Junto a ellos, el tercer elemento de fuerza ha sido la Asociaci¨®n para la Protecci¨®n de la Aguas y los Deportes N¨¢uticos del Pantano de San Ju¨¢n (APAD), que re¨²ne a los directivos de los clubes n¨¢uticos y a varios empresarios de la zona, es decir, a los m¨¢s afectados por la prohibici¨®n.

La Confederaci¨®n del Tajo ha aludido a las circunstancias meteorol¨®gicas actuales y al volumen de caudal embalsado, casi el 70% de su capacidad, para justificar la presencia de las motoras en el embalse. "La misma prohibici¨®n", explica Enrique Noain, presidente de la Confederaci¨®n, "tuvo su origen en la utilizaci¨®n de las aguas de San Juan para el consumo humano, pero ahora no est¨¢ justificada, puesto que no se tiene previsto que el agua del embalse se emplee pr¨®ximamente para beber".

Aceites biodegradables

Aun as¨ª, la intenci¨®n de la Confederaci¨®n es establecer una normativa espec¨ªfica que regule la navegaci¨®n. Esta normativa fue ya sugerida por la APAD el pasado verano y persigue, fundamentalmente, exigir a las embarcaciones que utilicen gasolina sin plomo y aceites biodegradables. Tambi¨¦n se limitar¨¢ la potencia a 120 caballos reales (205 para las embarcaciones de motor a turbina), y el tama?o, a 6,5 metros de eslora (longitud total) para las embarcaciones con motor y ocho para los veleros.Adem¨¢s, ser¨¢ la propia Confederaci¨®n la que extienda una especie de matriculaci¨®n obligatoria para aquellas embarcaciones que pretendan navegar por las aguas de San Juan y as¨ª lo soliciten. Se dar¨¢n licencias para un m¨¢ximo de 900 embarcaciones, aunque s¨®lo 500 de ellas ser¨¢n para las embarcaciones a motor.

Noain tambi¨¦n anunci¨® que se reforzar¨¢ la vigilancia en el embalse con la adquisici¨®n de una embarcaci¨®n de Guarder¨ªa Fluvial de la Confederaci¨®n y la contrataci¨®n de vigilantes en el verano. "Eso s¨ª, no pensamos facilitar los horarios de trabajo para que nadie pueda tomamos el pelo", puntualiz¨®.

La Agencia de Medio Ambiente (AMA) de la Comunidad de Madrid considera correcta la decisi¨®n, siempre que el agua de consumo humano no proceda de San Juan. "Adem¨¢s", a?adi¨® Arturo Gonzalo Aizpiri, director de la AMA, las restricciones a la navegaci¨®n impuestas por la Confederaci¨®n nos ofrecen suficientes garant¨ªas en relaci¨®n a la protecci¨®n ambiental".

Sin embargo, Santiago Mart¨ªn Barajas, portavoz de la Asociaci¨®n Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat), mostr¨® su fastidio ante la noticia: "Nos parece fatal, puesto que ni siquiera ellos saben si el a?o que viene se volver¨¢ a necesitar esa agua para beber. Es imposible verificar que todas las embarcaciones utilicen aceites biodegradables o gasolina sin plomo".

El grave peligro de accidente para los ba?istas, la accesibilidad por agua a parajes tranquilos y bien conservados y el tremendo ruido motorizado que se producir¨¢ en la zona (una zona de especial protecci¨®n para las aves, con presencia de varios ejemplares de ¨¢guila imperial) son otras razones aducidas en contra del edicto de la Confederaci¨®n.