Despliegue de la ONU en Sarajevo tras el ultim¨¢tum a los serbios

Viene de la primera p¨¢ginaUn primer grupo de cascos azules franceses y observadores militares de la ONU se despleg¨® en el puente de la Unidad y Fraternidad, reliquia de la ¨¦poca de Tito, en una tierra de nadie de edificios devastados y quemados. El puente atraviesa el r¨ªo Mi1jacka en un punto que separa el centro de la ciudad del ¨²nico barrio urbano bajo control serbio, Grbavica. Nadie lo hab¨ªa cruzado desde la ocupaci¨®n del barrio por los rebeldes serbios en mayo de 1992.

Los blindados franceses desplegados en el puente apuntaban sus ca?ones hacia las posiciones serbias, al otro lado del r¨ªo. Tiradores de ¨¦lite estaban apostados en los tejados de varios edificios. "Si disparan contra nuestras posiciones, los soldados tienen la orden de responder", dice el coronel franc¨¦s Andr¨¦ Pernod.

La en¨¦rgica posici¨®n de Mosc¨² contra el eventual bombardeo sobre las posiciones serbias que desde las colinas disparan a placer sobre Sarajevo, por muy simb¨®lico y selectivo que sea, ha arrojado el primer jarro de agua fr¨ªa sobre quienes cre¨ªan que el ultim¨¢tum occidental podr¨ªa ser el principio del fin del calvario de Sarajevo.

Envalentonado por la firme posici¨®n del Kremlin, aliado hist¨®rico de los serbios, que niega legitimidad a la Alianza Atl¨¢ntica para desencadenar el bombardeo y que ha pedido la convocatoria urgente del Consejo de Seguridad, el Parlamento de la autoproclamada rep¨²blica serbia de Bosnia se reuni¨® ayer en Pale, a 25 kil¨®metros de Sarajevo, y. dio un paso adelante. Los serbios de Bosnia anunciaron que "luchar¨¢n contra cualquiera que amenace su integridad". Los reunidos en Pale calificaron de "terrorismo" el ultim¨¢tum de la OTAN. Y eso a pesar de que el lunes el Parlamento de Pale fue advertido por dirigentes serbios de que esta vez hab¨ªa que tomarse en, serio la amenaza de intervenci¨®n aliada.

El desaf¨ªo de los radicales serbios est¨¢ dirigido expresamente a los dos batallones franceses (2.000 hombres), que iniciaron ayer un t¨ªmido despliegue en seis puntos calientes para garantizar el cumplimiento del pacto firmado el mi¨¦rcoles por los jefes militares serbio y bosnio. -

El portavoz de las Fuerzas de Protecci¨®n de la ONU (Unprofor), Bill Aiknian, inform¨® que los soldados franceses hab¨ªan tomado posiciones en la colina de Mejinilo, en el sur de la ciudad, desde la que se divisa el cuartel general de los serbios en Lukavica, el barrio de Dobrinja, el monte Zuc, Dobro Brdo y Vidikovac. Todos estos puntos est¨¢n bajo control de la Armija y cerca de ellos no hay artiller¨ªa pesada de las fuerzas serbias.

Seg¨²n el acuerdo del mi¨¦rcoles auspiciado por el general Michael Rose, jefe de los cascos azules en Bosnia, las piezas de artiller¨ªa pesada serbia deber¨¢n pasar en un plazo m¨¢ximo de cinco d¨ªas bajo control de las Naciones Unidas. Posteriormente, todas las bater¨ªas de los sitiadores deber¨¢n abandonar las colinas que rodean Sarajevo para retirarse a 20 kil¨®metros.

En la parte serbia, la habitual actitud prepotente de los combatientes dejaba paso a una cierta resignaci¨®n ante una intervenci¨®n militar de la OTAN. "Si bombardean, que bombardeen", dec¨ªa Dragisa, un miliciano de 32 a?os que lleva dos en las posiciones del monte Trebevic. "Estamos convencidos de que va a producirse alg¨²n tipo de bombardeo para demostrar al mundo que pueden cumplir sus promesas. No tenemos nada que perder en esta guerra", a?adi¨®.

A pesar del optimismo declarado del general Rose sobre el proceso de verificaci¨®n iniciado ayer, su portavoz fue m¨¢s cauto sobre la eficacia inmediata de la pretendida neutralizaci¨®n artillera serbia en Sarajevo al precisar que las negociaciones entre los combatientes para llevar a la pr¨¢ctica lo pactado no hab¨ªan hecho m¨¢s que comenzar. Una cosa es Firmar un papel y otra poner el cascabel al gato. Escarmentados por la retah¨ªla de pactos incumplidos en la ya larga guerra de Bosnia, los jefes militares de la ONU creen que habr¨¢ que "esperar y ver" qu¨¦ posici¨®n adoptan los serbios enfrentados por los hechos.

Mucho m¨¢s esc¨¦pticos que los militares de la ONU en Bosnia son la mayor¨ªa de los 300.000 habitantes que quedan en Sarajevo. Habituados a sobrevivir en una ciudad que ha recibido dos millones de proyectiles en menos de dos a?os, en la que hay agua dos horas cada dos d¨ªas y las velas se utilizan m¨¢s que las bombillas, pocos creen que su vida vaya a cambiar a mejor en un futuro inmediato.

Aunque no haya ca?onazos, que afectan m¨¢s a los frentes que a nuestra vida corriente, Sarajevo seguir¨¢ durante mucho tiempo rodeada por sus enemigos y sitiada por el hambre. ?Y qui¨¦n controlar¨¢ a los francotiradores?. Ellos, los francotiradores, especialistas sin prisa en matar indiscriminadamente en la pr¨®xima esquina, son el verdadero terror cotidiano de la asediada ciudad.