Homenaje a Carmen Maura

Las 50 ediciones, los m¨¢s de medio mill¨®n de ejemplares vendidos y las traducciones a 12 idiomas de C¨®mo ser mujer y no morir en el intento (1990), as¨ª corno el ¨¦xito de la adaptaci¨®n cinernatogr¨¢fica dirigida al a?o siguiente por la actriz Ana Bel¨¦n, obligan a la periodista Carmen Rico-Godoy a escribir una segunda parte, C¨®mo ser infeliz y disfrutarlo (1991).Lo m¨¢s curioso de esta segunda parte de la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de C¨®mo ser mujer y no morir en el intento es que no es una comedia propiamente dicha, sino un melodrama disfrazado de comedia. Apoyada en la muerte del marido, por la que felizmente Antonio Resines desaparece en la segunda escena y s¨®lo se le vuelve a ver en una leve vuelta hacia detr¨¢s que desequilibra la estructura narrativa, y en el embarazo no querido de la joven hija de la protagonista, tiene m¨¢s partes tristes que alegres. Sin embargo, esto no ha impedido que el resto se rellene con escenas pretendidamente graciosas, donde la protagonista huye de los hombres que tratan de aprovecharse de su calidad de feminista viuda alegre, y el conjunto se venda como lo que podr¨ªa denominarse "comedia de ejecutivos".

Tal como ocurr¨ªa en la primera parte, C¨®mo ser infeliz y disfrutarlo carece de estructura dram¨¢tica propiamente dicha, s¨®lo existe una acumulaci¨®n de escenas en torno al personaje protagonista, precisamente jefa de la secci¨®n de Cultura del diario EL PA?S y, a pesar de los esfuerzos de guionistas y director, la historia no avanza.

No obstante, el producto tiene una cierta consistencia, pero m¨¢s por el trabajo de Carmen Maura que por estar correctamente rodado. En la medida que la pel¨ªcula es un homenaje a ella, que aparece en el centro de todas y cada una de sus escenas, no podr¨ªa concebirse sin ella y consigue una completa conexi¨®n con su personaje.

El m¨¢ximo atractivo de la pel¨ªcula reside en, contra lo que dice el tradicional proverbio, ser mejor que la primera parte, lo que tampoco es una alabanza excesiva.