Nubes en Polonia
POLONIA HA sido considerado como el pa¨ªs modelo en la transici¨®n de los reg¨ªmenes comunistas hacia sistemas democr¨¢ticos. Con los Gobiernos de Mazowieski, la aplicaci¨®n de una pol¨ªtica en¨¦rgica de liberalizaci¨®n, de privatizaciones y de austeridad monetaria dio resultados positivos, elogiados por Occidente, y que se plasman ya en datos muy significativos. En 1993 , la producci¨®n se increment¨® en m¨¢s de un 4%, el m¨¢s alto ¨ªndice de crecimiento de toda Europa. La inflaci¨®n es a¨²n muy elevada (37%), pero todo indica que registrar¨¢ una disminuci¨®n dr¨¢stica en 1994. El sector privado abarca ya el 60% de la econom¨ªa. Era inevitable que esta pol¨ªtica tuviera costes en el terreno social; se refleja en particular en un paro del 15% de la poblaci¨®n activa. Esta cota aumentar¨¢ con seguridad.En este marco econ¨®mico, la victoria electoral de los ex comunistas de la Alianza Democr¨¢tica de Izquierda (SLD), registrada el pasado oto?o, fue una sorpresa y, para algunos, una premonici¨®n. Sin embargo, no se trataba tanto de una brusca simpat¨ªa popular hacia los responsables de la larga opresi¨®n como de la manifestaci¨®n de descontento ante una evoluci¨®n social que la condenaba a condiciones de vida extremadamente duras.
?Estamos ante el fin de la pol¨ªtica de reforma? Hasta el momento no ha ocurrido as¨ª: el ministro de Finanzas, Marek Borowski, uno de los l¨ªderes de la tendencia liberal de los ex comunistas, ha practicado en su ministerio una pol¨ªtica de continuismo inteligente. Su presupuesto, que debe ser debatido en fecha pr¨®xima, sigue en esa l¨ªnea: se propone reducir el d¨¦ficit al 4% del PIB. Pero contra esa pol¨ªtica y ese presupuesto se levanta, en las propias filas de la alianza de izquierda, una oposici¨®n ligada a los sindicatos que presiona para que se ponga freno a la reforma y se aplacen las privatizaciones. Tambi¨¦n se siente el peso de la vieja burocracia comunista, cuyos miembros ocupan a¨²n o de nuevo cargos de direcci¨®n en las provincias.
"Vuelven los dinosaurios", ha dicho Jacek Kuron, antiguo ministro de Trabajo con Mazowieski. Borowski ha acabado por dimitir. El profesor Gomarek, otro l¨ªder de la resistencia, remacha: "Este retorno en masa de los cuadros de la vieja nomenklatura, despu¨¦s de 40 a?os de dictadura, es muy inquietante para una democracia nueva como la nuestra".
Polonia vive momentos de inquietud. La designaci¨®n del nuevo ministro de Finanzas y la votaci¨®n de los presupuestos ser¨¢n claves para el futuro de Polonia, y no s¨®lo en el terreno econ¨®mico. Est¨¢ en juego la orientaci¨®n general del pa¨ªs. El l¨ªder de la alianza de izquierda, Kwasnieski, demuestra ya claramente su ambici¨®n de desplazar a Walesa de la presidencia de la Rep¨²blica. La elecci¨®n presidencial tendr¨¢ lugar en 1995. De momento le toca jugar al parlamento que tiene hasta el 28 de marzo para aprobar los presupuestos. El actual ha sido mucho m¨¢s eficaz que los anteriores, fraccionados y ca¨®ticos. Pero los ex comunistas y el partido campesino tienen en ¨¦ste un peso decisivo. Si por cualquier raz¨®n, el presupuesto no fuese aprobado en la fecha indicada, Walesa podr¨ªa verse obligado a disolver el Parlamento: ser¨ªa un salto a lo desconocido. Que el segundo pa¨ªs en tama?o, poblaci¨®n e importancia estrat¨¦gica de Europa oriental se convirtiera en otro pa¨ªs inestable o nost¨¢lgico de soluciones no democr¨¢ticas ser¨ªa de lo peor que puede pasarle a nuestro continente en este incierto fin de siglo.
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