Pasarela Cibeles, una batalla detr¨¢s de la seda
La Comunidad de Madrid financia el 90% de los desfiles
La Pasarela Cibeles se ha comido las siete primeras filas del patio de butacas del Palacio de Congresos y 90 millones de la Comunidad de Madrid, de un total de 100 millones de presupuesto. La aportaci¨®n p¨²blica es considerada como "un lujo innecesario" por el PP. Sin embargo, Leonor P¨¦rez Pita, Cuca Solana, directora de la Pasarela, se?ala que este a?o la ayuda del Ministerio de Industria todav¨ªa no ha Regado, motivo por el que el apoyo auton¨®mico es m¨¢s necesario que nunca. A partir de ma?ana, y en 48 horas, 50 carpinteros devolver¨¢n al Palacio su aspecto habitual.
El color negro cubre paredes, suelo y sillas; el blanco es para el escenario, y los colores los ponen los 17 dise?adores que participan en el certamen. La pasarela la toman las 26 modelos, y en la trastienda trabajan peluqueras, maquilladoras, vestidoras, cocineros y vigilantes."Cuando. la Pasarela comenz¨®, en 1985, Madrid no exist¨ªa en el mundo de la moda. Hoy est¨¢ en el circuito de ciudades vinculadas con esta industria". Son palabras de Leonor P¨¦rez Pita, directora del Comit¨¦ de Moda, un organismo aut¨®nomo que depende del Instituto del Desarrollo de la Comunidad de Madrid. P¨¦rez Pita no duda de la importancia de la Pasarela Cibeles para Madrid y, por tanto, de la justificada ayuda p¨²blica. "Los hoteles est¨¢n llenos, los restaurantes, los taxis. Durante casi dos semanas, Madrid se llena de profesionales de la moda", a?ade.
Cr¨ªticas a la subvenci¨®n
No comparte esta opini¨®n Carmen ?lvarez Arenas, portavoz de econom¨ªa del PP en la Asamblea de Madrid, para quien la Pasarela ha llegado a su consolidaci¨®n y por ello la excesiva ayuda auton¨®mica es un lujo innecesario. "El sector de la moda es important¨ªsimo y la Pasarela es un ¨¦xito. Pero no entendemos que se presente a modistas consolidados de la mano del sector p¨²blico. La Comunidad debe impulsar a nuevas promesas y no facilitar la participaci¨®n de dise?adores que ya lo tienen todo resuelto", afirma la portavoz, que a?ade. "Hay que reconocer la profesionalidad y calidad de la Pasarela, pero en vista de su ¨¦xito la participaci¨®n p¨²blica deber¨ªa ser menor o no tan directa".El propio presidente de la Comunidad, Joaqu¨ªn Leguina, asisti¨® el mi¨¦rcoles a uno de los desfiles. "Me gusta la est¨¦tica", le dijo a una periodista al terminar el pase de Jordi Cuesta.
De los 17 dise?adores que participan en Cibeles, siete trabajan o son de Madrid, tres catalanes, dos gallegos, dos andaluces, uno vasco y otro valenciano. En estos cuatro d¨ªas, casi 400 periodistas, 300 trabajadores y casi 1. 000 butacas -llenas o medio llenas, seg¨²n el desfile- invaden el Palacio de Congresos. "Esto est¨¢ lleno de estudiantes de moda", afirma una ex alumna de dise?o, "siempre viene la misma gente, aunque los primeros a?os todo era m¨¢s glamuroso. Ahora, m¨¢s convencional".
En los camerinos, la peluquera ?ngela Navarro y su equipo de m¨¢s de 11 personas han preparado los 125 peinados que adornan a las modelos. "En cuatro minutos ejecuto una idea", dice la peluquera mientras peina a Ang¨¦lica, una modelo ucrania de 20 a?os y pelo rojo.
"A veces tienes que ceder en peque?os detalles porque algunas modelos no se gustan con determinados peinados. Pero todas son lo suficientemente guapas como para que todo les quede bien", dice Navarro, rodeada de 15 secadores e infinidad de lacas, peines y cepillos.
La jornada en el Palacio comienza a las ocho de la ma?ana y termina casi 12 horas despu¨¦s. De las 26 modelos, que cobran entre 65.000 y 200.000 pesetas por pase, desfilan 18 por dise?ador. Cada modelo dispone de una vestidora que las ayuda a cerrar cremalleras o a abrocharse los zapatos. Las vestidoras perciben 8.000 pesetas diarias y la mayor parte son estudiantes de la Escuela Superior de Dise?o. "Mirando los tejidos, la ropa, las modelos, aprendes cosas, pero sobre todo ves c¨®mo es el mundo de la moda y si de verdad te interesa", explica Eva Mar¨ªa Iglesias, una vestidora de 22 a?os.
Entre las vestidoras hay odios y predilecciones por las maniqu¨ªes. Silvia, una modelo brasile?a de 22 a?os, est¨¢ entre las favoritas. "Es que a m¨ª me gusta conocer a la gente, y la verdad es que, de todas las pasarelas, en Madrid y Barcelona es donde la gente es m¨¢s agradable. Debe ser el car¨¢cter latino, nos entendemos mejor", explica la modelo.
El otro desfile
Aprovechando el tir¨®n de la Pasarela, marcas conocidas de ropa, dise?adores que no participan en Cibeles y gente vinculada al mundo de la moda organizan sus propias fiestas-desfile durante estos d¨ªas. Una marca de vaqueros invit¨® anoche al cantante Willy Deville para amenizar una cena que una azafata calific¨® de "VIP, VIP, VIP"; Ton? Mir¨® prefiri¨® el calor flamenco de Ketama y la sala Caracol para presentar su ¨²ltima carpeta, y en muchos hoteles se pasan de forma privada los dise?os de un buen n¨²mero de modistas.
"Un sitio para mi abuela"
Mar¨ªa ?ngeles lleg¨® de Ciudad Real para ver a su nieta mayor, la modelo Elena Barquilla, de 22 a?os, para muchos la mejor de las modelos espa?olas. Desde los camerinos se escuch¨® a la modelo decir: "Mi abuela tiene que tener un sitio". Y la abuela, desde una privilegiada primera l¨ªnea, sujeta a su bolso, y con una sencillez que destacaba por encima del p¨²blico que domina estos acontecimientos, miraba extasiada a su descendiente."?Qu¨¦ quiere?, para m¨ª es la m¨¢s guapa, pero est¨¢ mal que yo lo diga, ?verdad? ?Ve esos hoyitos cuando se r¨ªe? Todos mis nietos los tienen igual". "Qu¨¦ bien le quedan los sombreros", a?ad¨ªa la mujer. Una de las vestidoras -que consideran a la modelo manchega una de las m¨¢s simp¨¢ticas- recordaba ayer: "La abuela de Elena tambi¨¦n vino el a?o pasado. Fue un d¨ªa en que ella ten¨ªa que ponerse un traje de alambres que no le tapaba nada. Cuando volvi¨® de la pasarela estaba disgustada y nos dijo: 'Por un d¨ªa que viene mi abuela y tengo que salir con este traje".
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