Vivir y resistir

Escribo por los artistas: pintores, escritores, actores, poetas rom¨¢nticos, bailarines y hasta por los que llamamos "malas pintas", aquellos paseantes que, solitarios, recogen en su interior un mar de sensibilidad y de creaci¨®n, pero que, sin embargo, deben conformarse con vender pinturas en la plaza Mayor o tocar el viol¨ªn en los sombr¨ªos metros urbanos.Y vivir, y vivir, y resistir.

Con tan s¨®lo cuatro a?os comenc¨¦ a frecuentar esas cuatro paredes adornadas con asombrosas fotos de bailarines. El ambiente era siempre sofocante y maloliente. All¨ª, todos nos destroz¨¢bamos los huesos, nos desgarr¨¢bamos los m¨²sculos y nos estruj¨¢bamos los pies. Y lo ¨²nico que pretend¨ªamos, y "pretendemos", es bailar. Pero, claro, como si fuese tan f¨¢cil... La m¨²sica recorre tu cuerpo, el sudor te envuelve, y, repentinamente, te sorprende un grito horrorizado de la profesora, que, al l¨ªmite de su paciencia, te pide que te esfuerces m¨¢s.

Regresas a casa con el alma hecha pedazos y totalmente descuartizada. Ahora debes ponerte ante un libro y estudiar a fondo un mont¨®n de papelotes que te machacan y martillean hasta la madrugada.

Tu vida se torna un remolino de ideas, y te das cuenta de que arrastras un llanto desconsolado por tener que olvidar algo que necesitas: el ballet cl¨¢sico. Comienza la nostalgia y el horror de luchar contra un sistema que no repara en todo lo que concierne al arte.

?Por qu¨¦ nos tienen encarcelados?

?Por qu¨¦ no nos dejan vivir, vivir, sin tener que resistir?

Por los que vienen detr¨¢s de m¨ª, por los dirigentes impasibles, por la verdad, el arte y su expresi¨®n: ???Se haga justicia!!!-