Catarsis ante el psiquiatra

"Para el duque todo est¨¢ admitido: la org¨ªa y el desenfreno, sin apenas memoria para el d¨ªa siguiente. S¨®lo una ligera n¨¢usea", afirma Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢nchez Hern¨¢ndez; en su informe psicopatol¨®gico. "Rafael Medina no se considera enfermo mental ni con trastorno emocional, aun cuando realmente lo padece", a?ade el psiquiatra penitenciario.En su catarsis ante el psiquiatra, el duque confiesa que s¨®lo ha amado realmente a dos mujeres: a su ex esposa, la modelo Nati Abascal, y a su secretaria Mercedes Almeida, una de las mujeres que se sientan con ¨¦l en el baquillo de los acusados. A ¨¦sta, a la que Hama cari?osamente Cara-de-pena, 'la ama profundamente y llora por ella". La ni?a Ana Mar¨ªa -la v¨ªctima del rapto- representa para el arist¨®crata la hija que nunca tuvo.

"La fascinante vida de Rafael Medina", dice el perito, navega "entre el deseo de ser amado y el miedo a ser destruido por la esposa (Nati Abascal) y la liberaci¨®n de la angustia y del p¨¢nico que supone tener el control y sentirse protector en su relaci¨®n con Mercedes".

Los informes de los siete peritos forenses que intervendr¨¢n en el juicio ser¨¢n la ¨²ltima batalla para determinar el final de este "melodrama shakespeariano", expresi¨®n utiliza en uno de los informes cl¨ªnicos. Ellos ser¨¢n los que inclinen la balanza de la justicia a favor o en contra del principal acusado.

El abogado del duque, Francisco Baena Bocanegra, demanda la absoluci¨®n de su defendido, y considera desproporcionada la petici¨®n de condena solicitada tanto por la acusaci¨®n particular (42 a?os de prisi¨®n) como por el fiscal (33 a?os). Baena Bocanegra basar¨¢ su defensa en los trastornos mentales de su cliente -en 1991 estuvo al borde del suicidio- y se refiere constantemente a "las discordancias evidentes" que existen en los distintos ex¨¢menes psiqui¨¢tricos.

La sala de plenos de la Audiencia de Sevilla ha sido especialmente acondicionada para la ocasi¨®n. Un grupo de operarlos ultimaba el pasado viernes la colocaci¨®n de los muebles heredados de la reformas del Tribunal Supremo de Madrid. Sillones rojos para los reos y pupitres para los magistrados. La antesala ha sido desalojada para ganar espacio. Todo est¨¢ preparado. S¨®lo falta que el ponente del tribunal d¨¦ la voz de salida: "Audiencia p¨²blica".