Un juzgado militar abre diligencias contra 30 reclutas por "altercados y desorden" en un cuartel
El Juzgado Togado Militar n¨²mero 12 ha abierto diligencias previas por "la situaci¨®n de altercados y desorden plotagonizados" por 30 reclutas, ya licenciados, que cumplieron el servicio militar el pasado a?o en el Reg¨ªmiento de Caballer¨ªa Ligera Acorazada Villaviciosa n¨²mero 14, con base en Madrid, seg¨²n denunci¨® ayer la Oficina del Defensor del Soldado (ODS). El juez, que est¨¢ citandoa declarar a los soldados en calidad de "inculpados", considera que los hechos pueden ser constitutivos de un delito, aun por determinar, de los previstos en el C¨®digo Penal Militar.
Francisco Casta?¨®n, director de la ODS, pidi¨® ayer el archivo de las diligencias, como se ha hecho en el caso de los 18 boinas verdes que se fugaron de un cuartel en Palma de Mallorca, y expres¨® su temor a que los 30 soldados de Madrid sean acusados de sedici¨®n, delito castigado con entre 1 y 15 a?os de c¨¢rcel, o desobediencia, con penas de tres meses a dos a?os de prisi¨®n.Los hechos se remontan al pasado 11 de noviembre, un d¨ªa antes de que los soldados acabaran la mili Seg¨²n explicaron ayer dos de los inculpados, Pedro Gonz¨¢lez Almeida y Rafael Guill¨¦n D¨ªaz, los j¨®venes hab¨ªan estado celebrando en la cantina del cuartel su inminente licenciamiento y varios de ellos llevaban alcohol de m¨¢s cuando fueron llamados a formaci¨®n.
El sargento Antonio Navas de Pedro orden¨® al soldado Iv¨¢n Mencia S¨¢nchez, con s¨ªntomas visibles de estar bebido, que se retirase al dormitorio. Sin embargo, el alf¨¦rez Luis Marco Rubio Exp¨®sito, con el que se encontr¨® por el camino, le mand¨® volver a la formaci¨®n.
"Sac¨® una pistola"
El abogado de la ODS Ignacio Perell¨®, que defiende a dos de los soldados, asegur¨¦ que, seg¨²n consta en las diligencias y ha reconocido el propio alf¨¦rez, ¨¦ste 11 abofete¨® al soldado, sac¨® una pistola e hizo amago de disparar [al aire] pero no pudo hacerlo porque el arma se encasquill¨®".
Como consecuencia de la agresi¨®n, el soldado result¨® con "traumatismo en el o¨ªdo izquierdo", seg¨²n el parte realizado por el botiqu¨ªn de la unidad.
El abogado explic¨® que el "desorden" al que se refiere el auto judicial consisti¨® en los gritos que, seg¨²n las diligencias, profirieron varios miembros no identificados de la formaci¨®n, mientras el recluta era abofeteado por el oficial: "No hay derecho"; "No lo podemos tolerar" o "Vamos todos a prevenci¨®n" [para dar parte del alf¨¦rez].
Finalmente, el oficial orden¨® a los soldados que rompieran filas pero, al d¨ªa siguiente, cuando se dispon¨ªan a dejar el cuartel, 30 de ellos fueron arrestados por "desobediencia colectiva". Aunque la sanci¨®n fue de dos semanas, s¨®lo cumplieron diez d¨ªas.
El incidente parec¨ªa olvidado cuando, a partir del 19 de noviembre, fecha de la apertura de las diligencias judiciales, los soldados empezaron a recibir la citaci¨®n para presentarse ante el juzgado militar n¨²mero 12, al que correspondieron los partes que sobre el incidente elevaron tanto el alf¨¦rez como el sargento. "Dicen que nos quieren acusar de sedici¨®n y yo no he hecho nada", manifest¨® ayer Rafael Guill¨¦n, uno de los inculpados.
Carlos Garc¨ªa, de la ODS, asegur¨® que este incidente "echa por tierra la afirmaci¨®n del Ministerio de Defensa de que los malos tratos son excepcionales en las Fuerzas Armadas. Desgracidamente, no se trata de casos aislados, sino de moneda corriente en los cuarteles".
Garc¨ªa contrast¨® la rapidez con que se han archivado las diligencias abiertas tras la fuga de los 18 boinas verdes con los tres meses que dura ya la investigaci¨®n judicial por el incidente del regimiento Villaviciosa. En su opini¨®n, s¨®lo la trascendencia p¨²blica del caso y la "mala conciencia" del Ministerio de Defensa explican la decisi¨®n de no actuar judicialmente contra los soldados fugados en Mallorca.
De su lado, Francisco Casta?¨®n pidi¨® la supresi¨®n de la jurisdicci¨®n militar, ya que "su existencia impide que la justicia real llegue a los cuarteles".
Los responsables de la ODS aseguraron que en 1993 recibieron un centenar de denuncias de j¨®venes que realizaban el servicio militar. Los autores de estas denuncias, seg¨²n dijeron, fueron en muchos casos soldados que hab¨ªan desertado al no poder soportar m¨¢s tiempo las humillaciones o malos tratos. En su opini¨®n, el hecho de que estuvieran incursos en un proceso por deserci¨®n dificult¨® la denuncia de estos malos tratos.
Por otro lado, el portavoz del PNV en el Congreso, I?aki Anasagasti, propuso ayer una combinaci¨®n de ej¨¦rcito profesional y servicio social, no sustitutorio del militar, para atajar el espectacular aumento del n¨²mero de objetores de conciencia, que est¨¢ derivando en la insumisi¨®n, informa Servimedia.
Anasagasti dijo que la existencia de un servicio social se justifica porque la juventud "se tiene que dar cuenta de que debe brindar a la propia sociedad, que le da tanto, unos m¨ªnimos".
El PNV, dijo, es consciente del gasto que suponen unas Fuerzas Armadas totalmente profesionales, pero matiz¨® que no se tratar¨ªa del mismo modelo que ahora. "Hay que inscribirlas dentro de los compromisos europeos. Que los estados mantengan ej¨¦rcitos por mantenerlos, no tiene sentido", agreg¨®.
Novatadas, vejaciones y torturas
La Oficina del Defensor del Soldado (ODS) asegura haber recibido numerosas denuncias de novatadas sufridas por soldados reci¨¦n incorporados al servicio militar. Se trata de un amplio repertorio de conductas basadas en la coacci¨®n, cuyo fin fundamental es la humillaci¨®n del nuevo recluta por parte de sus compa?eros veteranos.Un documento elaborado por la ODS recoge algunas novatadas con nombre propio:
La silla el¨¦ctrica. Se obliga al novato a permanecer agachado en la posici¨®n en que estar¨ªa si estuviese sentado sobre una silla. Al cabo de un tiempo siente calambres.
El bautizo. El reci¨¦n llegado se arrodilla en el lugar donde habitualmente los soldados se lavan los pies y se le echa agua por la cabeza.
Chupito. Golpes reiterados en la frente, con la mano abierta o cerrada, mientras el recluta est¨¢ durmiendo.
Cambio de amas. Se arrojan sobre la cabeza del novato diversos ¨²tiles de limpieza como fregonas, escobas, cepillos, cubos...
La desinfecci¨®n. La v¨ªctima recibe un brochazo de cal viva en los genitales.
Tirarse a la rubia. El recluta debe simular, totalmente desnudo, que hace el amor con una peseta.
Pl¨¢tano Baloo. Varios soldados son obligados a bailar en fila, agarr¨¢ndose unos a otros por el pene.
El ladrillo, la cagada de la paloma, buscar el bocata, la jura de bandera, el tocadiscos o la revista m¨¦dica son otros tantos nombres con los que se conocen distintas formas de humillar o vejar al soldado reci¨¦n llegado.
En el mismo cap¨ªtulo se incluyen las duchas de agua fr¨ªa a cualquier hora del d¨ªa o de la noche, humillaciones y vejaciones sexuales y todo tipo de malos tratos, como atar al novato en las barras met¨¢licas del interior de los camiones durante el transporte. A ello hay que sumar las amenazas si no se pliega a los caprichos del veterano.
El documento de la ODS refiere el caso de un soldado, cuya identidad no se cita, al que un veterano oblig¨® a realizar sus guardias, llegando a permanecer m¨¢s de cinco horas en el. puesto de centinela, cuando las reales ordenanzas de los ej¨¦rcitos se?alan que los relevos de centinela se har¨¢n cada dos horas. Descubierto el hecho por las autoridades militares, el veterano fue castigado con 14 d¨ªas de sanci¨®n, mientras que a la v¨ªctima se le arrest¨® cinco d¨ªas por no haberlo denunciado.
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