Perfecci¨®n
Define con ingenio Joaqu¨ªn Leguina en su ¨²ltimo libro la sociedad espa?ola como una sociedad perfecta. Cada grupo social, cada individuo, son impecables en su acci¨®n. El Gobierno, o el Estado, son los que cargan con la responsabilidad de las cosas. Los m¨¦dicos no son responsables del sistema sanitario ni los jueces del judicial. Cada uno enga?a a Hacienda lo que puede, y de Hacienda es la culpa de que no se acaba con el fraude. Hasta Benito Floro parece no tener nada que ver con la crisis del Real Madrid. Por seguir con Madrid, sus habitantes no tienen ninguna responsabilidad con que las calles est¨¦n llenas de mierda: la culpa es toda del Ayuntamiento que no la recoge (que no la recoge).Como colectivo hemos conseguido una espl¨¦ndida sociedad insolidaria y perra. La matanza de Sarajevo es culpa del Gobierno espa?ol para un grupo de escritores, que reivindican el derecho a la autodefensa de los sarajevinos y exigen al mismo tiempo el fin del tr¨¢fico intemacional de armas (?d¨®nde van a comprar los de Sarajevo las armas?).
La culpa de la crisis industrial es del Gobierno, que no invierte m¨¢s dinero en empresas porque ha creado un d¨¦ficit gigantesco por haber invertido en empresas. Los empresarios no invierten porque el Gobierno no les baja los impuestos. Todos y cada uno tenemos una coartada para abandonar al vecino y tapar nuestra inmensa cobard¨ªa.
El discurso de la irresponsabilidad se hace tan opulento, tan abrumador, que la cr¨ªtica a la acci¨®n del Gobierno se diluye en un mar de majader¨ªas. La sospecha est¨¢ tan extendida que diferenciar es un trabajo de chinos. Hemos alcanzado tal grado de perfecci¨®n que rozamos la delincuencia corporativa de todo un pueblo. Hemos cometido entre todos un suicidio moral que hace que lo de Amedo sea un esc¨¢ndalo de escaparate. Thomas Bernhardt se fue de Austria por mucho menos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.