Unipublic retirar¨¢ el voto a Banesto si Indur¨¢in se compromete a correr la Vuelta de 1995
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Miguel Indur¨¢in no correr¨¢ esta Vuelta. Esta certidumbre, ya conocida, fue el ¨²nico resultado palpable de la reuni¨®n, auspiciada por el Consejo Superior de Deportes (CSD), mantenida ayer en Madrid por Unipublic y Banesto. Ambas partes se citaron de nuevo para hoy. Entre medias tendr¨¢n tiempo para estudiar la propuesta que llevaban en sus portafolios para desbloquear la participaci¨®n del Banesto sin Indur¨¢in en la pr¨®xima Vuelta: Unipublic permitir¨¢ correr al Banesto si firma un documento en que se comprometa a que Indur¨¢in participe en 1995.
Oficialmente la partes salieron de la reuni¨®n, que se prolong¨® por tres horas, sin una propuesta tangible para estudiar. Oficiosamente hubo propuesta. En el desarrollo de la reuni¨®n se estudiaron diferentes salidas posibles a un conflicto en el que no se adivinan zonas de grises que puedan contentar al mismo tiempo al organizador de la Vuelta y al Banesto. Todo parece blanco y negro. El CSD se mostraba optimista despu¨¦s de la tensa reuni¨®n. Desde el m¨¢ximo organismo deportivo espa?ol creen que la situaci¨®n se puede desbloquear sin necesidad de recurrir a sus cascos azules o a una fuerza de imposici¨®n. Y que la salida pasa porque Indur¨¢in contente a Unipublic con una promesa. Ambas partes ceder¨ªan un poco en sus pretensiones: Unipublic retirar¨ªa de facto su cl¨¢usula del 60% pero tendr¨ªa la certeza de que el mejor corredor del mundo correr¨ªa en su carrera y el Banesto lograr¨ªa participar en la Vuelta con el equipo que quisiera y sin renegar, aparentemente, del principio de libertad de alineaci¨®n. Todos salvar¨ªan la cara y tan contentos.La pelota est¨¢ envenenada y en el tejado del Banesto: una respuesta, tanto negativa como positiva a la propuesta del CSD, se antoja imposible 18 meses antes de disputarse la Vuelta de 1995, a?o en que comenzar¨¢ a celebrarse en septiembre, detr¨¢s del Giro y el Tour. Pero si no se produce en cualquiera de los dos sentidos, Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri, director del Banesto, quedar¨ªa p¨²blicamente como el gran culpable de que la Vuelta navegue directamente hacia la encalladura.
La p¨ªldora que tendr¨ªa que tragar Ech¨¢varri es amarga. El director navarro es el principal abogado entre los equipos del principio de libertad de alineaci¨®n, de que el t¨¦cnico decida en cada momento qu¨¦ corredores disputan qu¨¦ pruebas. Adem¨¢s, siempre se ha opuesto a que la Vuelta pase a disputarse en septiembre. "Eso es para los que suspendan en julio [en el Tour]", suele decir. Si Indur¨¢in a¨²n tiene en 1995 posibilidades de ganar la ronda francesa, toda su temporada ir¨ªa, como hasta ahora, enfocada hacia ese objetivo, lo que le obligar¨ªa a disputar una gran vuelta -necesariamente el Giro- antes del Tour. Hacer las tres grandes en una sola temporada est¨¢ por ahora fuera de cuesti¨®n. Ser¨ªan demasiadas concesiones. "Y yo no tengo que ceder en nada porque tengo razones para comportarme as¨ª", asegura Ech¨¢varri. Pero el director del Banesto puede, parad¨®jicamente, encontrar una fuerza suplementaria en la intervenci¨®n del CSD.
Este organismo no puede permitirse el lujo de anunciar a bombo y platillo su decisi¨®n de intervenir en un conflicto privado y salir de ¨¦l sin haberlo solucionado- Tiene que dar una imagen de efectividad lo que le obligar¨ªa, si Ech¨¢varri no acepta comprometerse para 1995, a ser m¨¢s persuasivo con Unipublic.
Enrique Franco, director general de la Vuelta, ha empe?ado su palabra en la cuota del 60% de puntos UCI, que traducido al momento actual ser¨ªa aceptar el compromiso de Indur¨¢in para 1995. "No nos bajaremos los pantalones", aseguran desde Unipublic, una empresa personal, hecha a imagen y semejanza de Franco. El tiro puede salirle por la culata: puede encontrarse de repente con el Banesto en la Vuelta y con Indur¨¢in en Italia, nada entre manos y la palabra empe?ada.
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