"Guerra no tiene en exclusiva el modelo de la izquierda"

Joan Lerma no est¨¢ de acuerdo en que el reto principal que se le valenciana plantea al PSOE en su congreso federal de este mes sea solucionar la ruptura del modelo de direcci¨®n. Tampoco admite que la izquierda sea patrimonio de nadie en el partido.Pregunta. ?No cree que la clave del PSOE es la ruptura del t¨¢ndem Gonz¨¢lez-Guerra?
Respuesta. Es una clave re duccionista. Espa?a ha cambia do mucho y lo m¨¢s importante es que el modelo de ejercicio del poder ha hecho crisis con la Es pa?a de las autonom¨ªas. Ya no se pueden tomar decisiones des de un solo sitio. Hay tambi¨¦n nuevos grupos sociales en juego. Est¨¢ la incorporaci¨®n de las mujeres. El problema que se plantea es que a medida que avanza el proceso de democratizaci¨®n, los partidos procuran centralizarlo m¨¢s. Es el caso del PP. Nosotros nos acercamos m¨¢s al modelo moderno de reconocer la diversidad.
P. Pero Guerra divide el PSOE en socialistas y social liberales...
R. Cada uno tiende a distribuir las cosas en funci¨®n de lo que defiende. No se puede ha cer tanto reduccionismo. Estos anos van a ser los del triunfo de la diversidad y la tolerancia. La divisi¨®n izquierda-derecha hay que matizarla con elementos nuevos. No es de izquierdas pensar que el poder tiene que estar totalmente centralizado ni hacer un modelo no participativo. Izquierda es democratizar al m¨¢ximo el poder.
P. ?No reconoce a Guerra como la izquierda?
R. Mucha gente sit¨²a a Al fonso Guerra como un modelo de izquierdas, pero Guerra no tiene en exclusiva este modelo. En algunas cosas, como sus cr¨ªticas a la derecha, es f¨¢cil coincidir. En otras, no. Es muy importante para la izquierda no ser excluyente y que nadie tenga el monopolio de la izquierda.
P. ?Cu¨¢les son, entonces, las diferencias entre renovadores y guerristas? ?Es acaso la lucha por el poder? .
R. No es s¨®lo un problema de lucha por el poder. Este es un partido globalmente de izquierdas, y si hay social liberales son muy pocos. Las diferencias son de prioridades. La complejidad en el partido es la de finales del siglo XX, donde hay reivindica ciones econ¨®micas y otras que no lo son, como la emancipaci¨®n de la mujer, el medio ambiente, la autorrealizaci¨®n, la defensa de las libertades. El partido no puede defender s¨®lo un modelo econ¨®mico. La integraci¨®n es aunar ambas cosas.
P. ?Es partidario de un pacto Gonz¨¢lez-Guerra?
R. El secretario general es el responsable de confeccionar la ejecutiva y tiene que hacerla acorde con las aspiraciones de la base. Nadie puede discutirlo, pero el congreso tiene la responsabilidad de ratificarla. Hace falta hablar con todo el mundo y articular un programa mayoritario. Me parece bien que est¨¦ Guerra, porque la ejecutiva debe ser abierta.
P. ?Qu¨¦ le parecen las condiciones puestas por Guerra de equilibrio, peso pol¨ªtico ... ?
R. No son condiciones. Son cosas sensatas.
P. Pero de sus condiciones se deduce que en la ejecutiva debe estar su n¨²cleo de confianza.
R. La presencia de una u otra persona no configura el talante de la ejecutiva. No tengo inconveniente en que sigan todos. Tengo excelente relaci¨®n con ellos, han trabajado y me parece bien que se les reconozca.
P. ?No puede quedar erosionada la imagen de la renovaci¨®n con la presencia del n¨²cleo anterior?
R. Hay que introducir dosis de renovaci¨®n importantes.
Pero no creo que la dosis est¨¦ condicionada por cuatro o cinco personas sobre 33. La clave de una ejecutiva no es su funci¨®n espec¨ªfica, sino la capacidad de articular propuestas concretas y renovadoras. El puesto lo hacen las personas.
P. ?Qu¨¦ deben predominar en la nueva ejecutiva: renovadores, guerristas ... ?
R. Caras nuevas para afrontar nuevos problemas. Me parece muy importante que las caras nuevas sean las mayoritarias. Ni guerristas ni renovadores antiguos. En esto no tendr¨ªamos que ser timoratos.
P. ?Qu¨¦ caracteriza a los llamados integradores que usted representa?
R. Queremos representar una renovaci¨®n importante en el pensamiento de la izquierda, un nuevo modelo de contrato social. Que se mantengan pensiones dignas, la sanidad y la educaci¨®n p¨²blicas con una propuesta de pol¨ªtica econ¨®mica similar al plan Delors [Jacques Delors es presidente de la Comisi¨®n Europea]. Vamos a defender. tambi¨¦n una manera distinta de ejercer el poder. La pol¨ªtica de libertades debe tener un papel m¨¢s preponderante en la pol¨ªtica del Gobierno socialista. No debemos consentir que nadie nos tome la bandera de las libertades. Hemos hecho demasiado ¨¦nfasis en la pol¨ªtica antiterrorista y en la de orden, y eso ha estado muy vinculado a la personalidad de un determinado ministro.
P. Alfonso Guerra dice que ya no se habla de Espa?a.
R. Es una situaci¨®n coyuntural que carece de dramatismo. Hemos asistido a un proceso de reconducci¨®n de cada cual a su propio territorio en el que cada uno habla de lo suyo. Pero es irreal porque estamos interrelacionados y ligados a Espa?a y a la UE. Tenemos que encontrar la f¨®rmula de integraci¨®n para acabar con estas tensiones. La gente no hablar¨¢ de Espa?a si es una idea excluyente de su forma de ser. Para integrar hay que hablar de Espa?a como diversa y plural, como patrimonio com¨²n de todos. Una Espa?a diversa y plural y no uniformada.
P. ?No cree que est¨¢ creciendo el anticatalanismo en Espa?a? ?A qu¨¦ lo atribuye?
R. Este problema me parece muy importante. Se est¨¢ fomentando el anticatalanismo por un inter¨¦s pol¨ªtico inmediato y sin tener en cuenta que inicia un proceso muy negativo para Espa?a, que puede ser irreversible. Es el PP quien fundamentalmente genera inestabilidad para hacer pagar al Gobierno unas supuestas concesiones a Catalu?a que son inexistentes. No es dif¨ªcil comprobar que la Comunidad Valenciana comparte con Catalu?a el honor de tener las cifras de financiaci¨®n per c¨¢pita m¨¢s bajas de Espa?a.
P. ?Cu¨¢l es el final del modelo auton¨®mico?
R. El final del modelo es ¨¦ste en el que estamos, pero sin dramatizar las cuestiones competenciales. Habr¨¢ tensi¨®n siempre que se negocien los temas financieros o cuando haya elecciones. Este modelo es el m¨¢s v¨¢lido de la historia de Espa?a, porque reconoce las diferencias y permite que cada comunidad tenga las mismas posibilidades.
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