Sara por alegr¨ªas
Sara Baras por alegr¨ªas. Y por soleares. Es un encanto verla. Su juventud, su lozan¨ªa, su alegr¨ªa. Su forma total de vivir el baile, con todos los sentidos, con el cuerpo y el alma. Como adem¨¢s baila que es un primor, contemplarla se convierte en un verdadero deleite. Su nacencia gaditana la refleja en esa gracia especial para el gesto, la viveza que presta a todos sus movimientos, el sentido absoluto del ritmo, la precisi¨®n y expresividad de sus zapateados.Hizo dos bailes, soleares y alegr¨ªas, enormemente sugestivos. Largos, como queriendo agotar la belleza inagotable de dos de las danzas m¨¢s hermosas del jondo. Y casi lo logr¨®, por la variedad incre¨ªble de giros que puso en ellas, la capacidad de invenci¨®n que demostr¨®. Da la impresi¨®n de que Sara Baras baila en primer lugar para ella, y sabe transmitir su propio gozo a un p¨²blico entusiasta, que la despidi¨® en pie. Esta chiquilla har¨¢ una gran carrera, de esto no cabe duda.
X Jornadas Flamencas
Cante: Ram¨®n El Portugu¨¦s, Naranjito de Triana. Toque: Paquete, Bola, Manolo Franco. Baile: Sara Baras. Fuenlabrada. Casa de la Cultura. 6 de marzo.
En el cante vimos dos caras netamente diferenciadas. Ram¨®n el Portugu¨¦s lo conf¨ªa todo al rajo gitano, al arte de inspiraci¨®n, temperamental y apasionado, al grito. Sobre todo, al grito. Yo dir¨ªa que excesivamente. Desde hace un tiempo venimos observando en este notable cantaor una preocupante tendencia a excederse en el grito, con lo que su cante, que puede tener r¨¢fagas de gran emoci¨®n, corre tambi¨¦n el. riesgo de perder armon¨ªa y coherencia. Le ocurri¨® anoche y le ocurrir¨¢ siempre que caiga en tales excesos. Es un grito exasperado, desaforado, cargado de hondo dramatismo, pero no siempre ¨²til. Al cantaor le acompa?aron estupendamente tres de sus hijos -Paquete, Ram¨®n e Israel- y Agust¨ªn el Bola: dos guitarras y dos persuciones.
La otra cara del cante estuvo a cargo de Naranjito de Triana. Un cante formalmente impecable, de desarrollo muy elaborado, que ¨¦l puede abordar sin ning¨²n problema por la brillantez de una voz que parece rejuvenecer a medida que pasan los a?os. Ning¨²n exceso en su expresi¨®n, salvo el alarde que le hace pro longar algunos tercios m¨¢s all¨¢ de lo que el flamenco permite. Fue evidente en las grana¨ªnas y los caracoles. Pero es un cante que tiene una formidable recepci¨®n por parte del p¨²blico, qu¨¦ enloquece con ¨¦l. Por a?adidura es cantaor que lo sabe todo, y lo hace patente en cada actuaci¨®n. Su recorrido por diversos estilos de fandangos, por ejemplo, fue espl¨¦ndido; tambi¨¦n su exhaustivo recorrido por los tangos, y en las siguiriyas derroch¨® grandez. La guitarra de Manolo Franco, como siempre, perfecta.
Babelia
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