Una encarnizada la guerra familiar
El enfrentamiento en el PSOE gallego se convierte en una batalla de insultos
El Partido dos Socialistas de Galicia, la quinta federaci¨®n del PSOE en n¨²mero de afiliados, se desangra en una interminable y encarnizada batalla interna. La fr¨¢gil tregua abierta tras la dimisi¨®n del anterior secretario general, el renovador Antol¨ªn S¨¢nchez Presedo, y su relevo por una comisi¨®n gestora que encabeza el guerrista Francisco V¨¢zquez, alcalde de La Coru?a, se ha roto. Una reuni¨®n del comit¨¦ nacional acab¨® con un plante renovador y un intercambio de insultos como "tramposos" o "pistoleros". La situaci¨®n se ha deteriorado tanto que es dif¨ªcil pensar que los 20.000 militantes del PSOE gallego sigan perteneciendo al mismo partido."Esto es una guerra familiar", afirma el presidente del Grupo Socialista en el Parlamento aut¨®nomo, Ceferino D¨ªaz, que no cree que pueda afirmarse que el partido est¨¢ roto, pero advierte: "Si las relaciones humanas se deterioran en exceso, ser¨¢ dif¨ªcil recomponerlo". La rivalidad pol¨ªtica ha ido tan lejos que algunos dirigentes confiesan que en su interior han crecido "odios viscerales", avivados por el fracaso en las elecciones auton¨®micas del 17 de octubre.
El espect¨¢culo del s¨¢bado, 26 de febrero, en el comit¨¦ nacional as¨ª lo confirm¨®. Poco despu¨¦s de haber consensuado la ponencia marco para el congreso regional de mayo, los guerristas perdieron una votaci¨®n menor y decidieron anularla por considerar que se hab¨ªan emitido m¨¢s sufragios que delegados presentes. Los renovadores optaron por abandonar el comit¨¦ en medio de una gran bronca y de acusaciones de fraude. V¨¢zquez arremeti¨®: "Son unos aventureros. Tenaces en el error y contumaces en la trampa".
Aunque dirigentes como Ceferino D¨ªaz aseguran que la batalla se desarrolla "por arriba, pero no en la base", los enfrentamientos ya han provocado la deserci¨®n de un alcalde en Orense y el anuncio de dimisi¨®n de otro edil en La Coru?a. A la sensaci¨®n de que ¨¦l caos se ha apoderado del partido tambi¨¦n contribuye la ausencia de di¨¢logo entre el grupo del Parlamento aut¨®nomo, de mayor¨ªa renovadora, y la direcci¨®n guerrista. Los renovadores sostienen que V¨¢zquez no controla el partido, aunque haya logrado la direcci¨®n.
"Queremos seguir defendiendo", afirma el diputado regional Miguel Cortizo, destacado renovador, "un modelo de partido m¨¢s democr¨¢tico, donde no haya prepotencia ni autoritarismo". Son claras alusiones a V¨¢zquez, considerado en los ¨²ltimos 10 a?os como el aut¨¦ntico poder del partido en la sombra, hasta que S¨¢nchez Presedo decidi¨® ir por libre y abraz¨® la causa renovadora. V¨¢zquez no le perdon¨® la infidelidad y, tras la debacle electoral, se dispuso a ajustarle las cuentas.
V¨¢zquez ha advertido a sus rivales que "la resistencia de las minor¨ªas est¨¢ ya superada". Otros dirigentes de su confianza minimizan las maniobras renovadoras y recuerdan que los guerristas obtuvieron una victoria abrumadora en las asambleas comarcales para elegir los delegados al congreso federal. "El 75% de esos delegados apoya a la actual direcci¨®n", sentencia Jos¨¦ Nogueira, hombre de confianza de V¨¢zquez.
Los seguidores de V¨¢zquez centran ahora su estrategia en obtener representaci¨®n en la ejecutiva que salga del congreso federal. "Exigirnos lo que nos corresponde como la quinta federaci¨®n del PSOE, y vamos a pelear por ello", anuncia Nogueira. Si V¨¢zquez saca tajada del congreso federal, habr¨¢ consolidado su poder en Galicia. Los renovadores est¨¢n convencidos de que Felipe Gonz¨¢lez no aceptar¨¢ sus condiciones. "Con V¨¢zquez en la ejecutiva federal, nos laminar¨ªa a todos", confiesa un dirigente renovador.
Ambos sectores proclaman su creencia en que se evitar¨¢ la ruptura. A vueltas con la met¨¢fora de la guerra familiar, Ceferino D¨ªaz concluye: "Los conflictos matrimoniales pueden acabar en divorcio, pero es m¨¢s normal que se arreglen amistosamente".
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