Cientos de personas ser¨¢n due?os del teatro Alfil
Los directivos, hartos del descuido de la Administraci¨®n, vender¨¢n acciones de la sala
Por 10.000 pesetas por participaci¨®n, cualquier persona puede convertirse a partir de hoy en accionista del teatro Alfil. Si el bolsillo no les da para tanto, por una cantidad m¨¢s peque?a ser¨¢n socios colaboradores el teatro. ?sta es la ¨²ltima estrategia que lanzan los directivos de la sala con el fin de que se involucren en sus problemas todos aquelllos que creen en este proyecto cultural. "La Administraci¨®n nos ha abandonado" dicen en el Alfil, al mismo tiempo que el Ayuntamiento vuelve a estar pendiente de sus movimientos hasta el punto de que les ha puesto en cuarentena.
"Queremos que el teatro pertenezca a los ¨²nicos que han apoyado de manera efectiva la permanencia de nuestra cartelera: los madrile?os y los profesionales de la cultura", afirman los directivos.Numerosas personas, fundamentalmente de diferentes ¨¢mbitos culturales, se han interesado por participar en esta nueva f¨®rmula, que muchos califican de original. Como precedente se podr¨ªa encontrar algo similar en el Liceo de Barcelona, hace muchos a?os. Ser¨¢n tambi¨¦n los usuarios del teatro quienes lo mantengan, aunque en esta ocasi¨®n no se trate de miembros de la alta burgues¨ªa ni de las finanzas, sino de socios de todo tipo de pelaje, ya que la direcci¨®n del Alfil pone al alcance de cualquiera la posibilidad de comprar participaciones y si algo tiene el p¨²blico de esta sala es su total eclecticismo.
"El alcalde ser¨¢ bienvenido"
Cuando se les pregunta si le han ofrecido acciones a ?ngel Matanzo -ex-concejal del distrito de Centro, que el pasado a?o intent¨® clausurarles la sala cuando se representaba un espect¨¢culo que le caricaturizaba-, los del Alfil contestan con aplomo y sin mover un m¨²sculo de la cara: "Es una oferta para todo el mundo que quiera apoyar el proyecto del Teatro Alfil, de esta manera esta sala no pertenecer¨¢ ni a un grupo, ni a una empresa, sino a todos aquellos que piensan que nuestra actividad esc¨¦nica vale la pena que perdure".
Ellos no s¨®lo piensan en personas, sino tambi¨¦n en organismos, fundaciones, empresas y todo aquel ente f¨ªsico o jur¨ªdico que quiera que este teatro sobreviva. "Si Matanzo o el alcalde se encuentran entre ellos ser¨¢n bienvenidos", dicen.
Los motivos de est¨¢ nueva acci¨®n los explican con crudeza: "Estamos hartos del acoso extraordinario al que nos viene sometiendo regularmente el Ayuntamiento, y cansados de que la burocracia administrativa y la desidia sit¨²en en el campo de las falsas promesas todas las palabras dadas al teatro, para la concesi¨®n de ayudas por parte de la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Cultura".
La direcci¨®n del Teatro Alfil hace referencia con estas palabras a que la Comunidad de Madrid les debe las subvenciones del a?o pasado, -nueve millones de pesetas- y a que no se haya puesto en marcha el convenio para la rehabilitaci¨®n de teatros, que el a?o pasado se acord¨® llevar a cabo con el presupuesto del extinto Festival Internacional de Teatro de Madrid. ?ste no se celebra hace dos a?os, y en el que se invert¨ªan ciento cincuenta millones de pesetas, aportados por pares iguales por las administraciones local, auton¨®mica y estatal, las cuales se comprometieron a adjudicar ese mismo presupuesto para rehabilitar y acondicionar teatros privados de la capital. A¨²n no ha llegado ninguna ayuda, ya que ni siquiera est¨¢ firmado el convenio para remozar las salas de Madrid.
Retrasos de seis meses
Carlos Jim¨¦nez, director del Centro de Actividades Culturales de la Comunidad, se?al¨® que todos los expedientes que abordan las subvenciones est¨¢n tramitados y ya han pasado a tesorer¨ªa: "All¨ª pueden producirse algunos retrasos, los ¨²ltimos pagos se tramitaron en diciembre y por desgracia estamos teniendo unos retrasos de una media de seis meses", dice Jim¨¦nez.
La Uni¨®n de Actores ha felicitado a la direcci¨®n del teatro por esta iniciativa, que consideran positiva, adem¨¢s de original. Adem¨¢s de esta asociaci¨®n que agrupa a la pr¨¢ctica totalidad de los c¨®micos espa?oles, tambi¨¦n se han interesado numerosos profesionales de diferentes ¨¢mbitos de la cultura por el proyecto al cual, por ahora, todos muestran su intenci¨®n de apoyar.
A partir de ahora, el Teatro Alfil, situado en la calle del Pez, funcionar¨¢ como cualquier sociedad an¨®nima. Se celebrar¨¢n reuniones de accionistas y de un consejo de administraci¨®n que a su vez nombrar¨¢ un equipo de direcci¨®n, responsable de la l¨ªnea de la programaci¨®n.
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