Carrillo, Herrero de Mi?¨®n y Tusell defienden el deber de la memoria

Cultivar la memoria hist¨®rica es un deber c¨ªvico. Un deber de los protagonistas de la historia, un deber de los historiadores. ?sa fue una de las conclusiones del debate en torno a la memoria hist¨®rica, celebrado ayer en Madrid dentro del ciclo Los domingos de Crisol, en el que participaron un historiador, Javier Tusell, y dos protagonistas de la historia reciente de Espa?a, el ex l¨ªder comunista Santiago Carrillo y Miguel Herrero y Rodr¨ªguez de Mi?¨®n, antiguo dirigente del Partido Popular. Ambos acaban de publicar sendos libros de memorias."Las memorias son un intento de explicarse; pero la finalidad no es que el lector apruebe al personaje", asegur¨® Santiago Carrillo que a?adi¨® que en su libro no ha querido "ni novelar, ni esconder la verdad". El antiguo l¨ªder comunista defendi¨® tambi¨¦n la idea de que las memorias pol¨ªticas no deben ser un ajuste de cuentas: "M¨¢s bien deben ser una visi¨®n del futuro desde el relato del pasado". En el caso de Carrillo esta proyecci¨®n representa una confianza en la democracia y en la idea de que hechos como la guerra civil no se repetir¨¢n.

Una espiral

Miguel Herrero y Rodr¨ªguez de Mi?¨®n empez¨® su intervenci¨®n, que carg¨® de iron¨ªa y dobles sentidos (eso s¨ª, sin esbozar la sonrisa), con la idea de Carrillo sobre el paso adelante sin retorno que representa la democracia en Espa?a: "La historia pasa en espiral y existe un progreso como haza?a de la libertad". Seg¨²n Herrero de Mi?¨®n, las memorias pueden mirarse desde diferentes puntos de vista: "como un material para la historia de nuestro tiempo, como un balance la vida personal, ya que la distancia permite comprenderse mejor, analizarse, y, sobre todo, como una gran dosis de ilusi¨®n, porque las memorias siempre tienen algo de manifiesto".

Las intervenciones de los dos memorialistas estuvieron llenas de gui?os cruzados: ambos son viejos amigos y destacaron que sus puntos de vista comunes (Carrillo cit¨® a Churchill y Herrero a Carrillo) son la prueba de que la historia no se repetir¨¢.

Tras elogiar los libros de sus dos contertulios, el historiador Javier Tusell, cuyo ¨²ltimo libro versa sobre Carrero Blanco, se?al¨® que los protagonistas de la historia tienen el deber "de dejar rastros de sus experiencias, como una obligaci¨®n hacia la sociedad".

Durante las intervenciones del p¨²blico, alguien pregunt¨® a Tusell sobre la veracidad de las memorias hist¨®ricas en Espa?a. El historiador fue tajante: "los memorialistas, sobre todo los espa?oles, tienen una cierta tendencia a mentir. Pero incluso se retratan cuando mienten". Como ejemplo de memorias falseadas, el historiador cit¨® a Ram¨®n Serrano Su?er, ministro de Exteriores al principio del r¨¦gimen fascista espa?ol, cuyas memorias reflejan sus complicadas relaciones con su cu?ado, Francisco Franco.